Sex on fire

Personalidad

El día era lluvioso, el cielo era de color gris intenso y había un viento férreo que obligaba a todos los habitantes del lugar a usar aquellos abrigos de invierno. Las cafeterías estaban al tope pues el día se prestaba para beber un poco de café, té o alguna bebida que les entrara en calor, por las calles algunos transeúntes iban con cigarrillo en mano y otros mas caminaban a brazados de sus parejas, amigos o familiares para no sentir frío.

Frente al imponente edificio de vidrio y quince pisos un Ferrari negro aparca, uno de los de seguridad sale de la diminuta caseta que tienen y se acerca, golpea ligeramente el vidrio del conductor y esta baja lentamente.

-Disculpe señor pero no puede estacionarse aquí- menciona el trabajador mientras espera a ver el rostro del conductor

-Ni porque sea el que te esta pagando- se retira los lentes de sol negro y se gira al ver al de seguridad

-Lo siento señor Lee, me permite su identificación para que pueda pasar-

-Te he dicho que soy quien te paga para que tengas algo de comer y aún así me pides mi identificación- le grito irritado por tal estupidez

-Y... yo lo siento, sólo estoy siguiendo sus indicaciones no dejar entrar a nadie que se identifique así usted- aflojo un poco su corbata mientras pasaba saliva y trataba de controlar el miedo que esta sintiendo

-Aquí tienes, ya puedo pasar- el hombre asintió y ordeno que se le diera paso al dueño de aquella empresa

Una vez en el estacionamiento aparco en su lugar designado, tomo su portafolio y bajo del auto. Por unos segundos se observo en el espejo, peino su cabello con la mano y acomodo su corbata para subir a su oficina y empezar aquella función de circo. En ese momento un auto llego a estacionarse a lado suyo y enseguida bajo ni más ni menos que el mejor amigo de su querido hermano Ri. para VI ese tipo le causaba cierta desconfianza, tenía algo que le intrigaba y muchas veces le dijo a su hermano sobre sus sospechas pero como Ri es tan ingenuo nunca le creyó.

-Seungri, me alegra verte- Daesung sonrió y saludo con un apretón de manos a quien creía que era su amigo

-A mi igual Kang y no sabes cuanto- trato de sonar como su hermano pero al parecer había cometido un pequeño error pues Daesung le miro extrañado

-Y has podido solucionar aquellos asuntos tan importantes que te ausentaron por una semana- pregunto de lo más tranquilo aún sin pasar por alto aquel error que había cometido

-Una tía lejana me contacto para que fuera a visitarla. La pobre mujer estaba en su lecho de muerte y quería conocer al hijo de su única pariente- recordó lo que CL le había dicho que uso como excusa

-Cuanto lo siento, me imagino que ha sido difícil encontrar algún familiar y perderlo el mismo día. Más cuando no tienes a nadie en esta vida- un golpe bajo para VI y un recurso cruel que utilizo Kang

-No tanto, después de todo he visto como mi familia va desapareciendo. Así que se me hizo algo normal encontrarla y verla morir el mismo día- y las instigaciones estaban empezando, alguno tenía que terminar con aquella charla

-Tienes razón- concluyo Daesung –Es hora de ir a trabajar- ambos chicos entraron al ascensor y se dirigieron hasta el último piso donde ambas oficinas se encontraban.

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Pasaban de las diez de la mañana, Ashley se encontraba aún en cama y su semblante era pálido. Desde temprano se había despertado con nauseas y un insoportable dolor de cabeza que prefirió quedarse en casa y recuperar las fuerzas que había perdido. Estaba recordando lo que había descubierto días anteriores cuando la puerta de su habitación se abrió dejando ver aquel pelinegro que le transmitía tranquilidad y seguridad.