Capítulo 16

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Por la mañana...

Me desperté y vi Lucas a mi lado observándome con los ojos grandes que tiene. "Buenos días mamá!" dijo y me abrazó. "Buenos días!" dije y le di un beso en la frente. "Quieres que nos levantemos?" pregunté. "Sí! Quiero desayunar contigo!" dijo. "Ya vamos!" dije y le cogí en mis brazos y fui a la cocina. "A ver, el principito qué pide?" pregunté sentándole en la barra de la cocina. "Helado de chocolate!" dijo. "Helado para desayunar?" le miré raro pero riéndome. "Luego podemos ir a comer un helado pero por ahora desayunar, eh!" dije. Me dijo qué quería y se lo hice. También me hice algo para mí y nos sentamos en el comedor para desayunar. "Cuándo viene papá?" preguntó de repente. "No lo sé, por qué preguntas?" pregunté. "Sólo para saberlo." me sonrió y siguió con desayunar.

Unas horas después...

Lucas y yo estuvimos jugando cartas y llegó por fin Blas. No tenía buena cara. "Blas, qué pasa?" era lo primero que le pregunté. "Tara, tengo que decirte una cosa..." dijo. Esto no significa nada bueno... Me estoy empezando a asustar. "Dime." dije. Creo que apenas se me entendía porque casi no pude hablar. "Lucas, ve a tu habitación por favor." dijo. "Vale pero primero..." dijo y corrió hacia Blas y le abrazó las piernas, ya que más no llegaba. Entonces se fue. "Mejor que nos sentemos." dijo y nos sentamos en el sofá. Yo no estuve capaz de hacer nada por el miedo dentro de mí. "Tara... No sé cómo decirlo" empezó y hizo una pausa. Esto me hizo aún más nerviosa. "Pero lo voy a soltar ya..." dijo. "Nos vamos a ir a Latinoamérica para medio año..." dijo y por la primera vez me miró. No sabía qué decir. Ambos no dijimos nada. Siguió un silencio de varios minutos. "Yo" empecé a decir. Me miró con una cara llena de esperanza. "Estoy muy orgullosa de vosotros, de ti." era lo único que dije y le abracé. "Aunque no esté feliz con esta noticia, quiero que vayas allí y que des lo mejor que tienes. Yo sé que esto es lo que quieres y" dije pero me cortó. "Tú eres lo que yo quiero." dijo. "Blas..." apenas susurré. "Has trabajado tanto para estar dónde estás ahora. Siempre era tu sueño ir a Latinoamérica." dije. "En fin tienes razón..." dijo y bajó la mirada. Le cogí de la barbilla y le hizo mirarme. "Hey, mírame. No estés triste." dije y le besé. Me abrazó y así seguimos hasta que después de un rato llamaron la puerta. "A ver quién es." dijo y se levanto. Fue a abrir la puerta. Yo me levanté y fui a ver qué hacía Lucas. "Mami! Mira qué he dibujado!" corrió hacia mí y me enseñó su dibujo. "Qué bonito es! Lo has hecho muy bien!" dije. "Lo puedo enseñar a papá?" me preguntó con ojos grandes. "Claro que sí! Vamos!" dije y le cogí de la mano. Fuimos al salón y allí estaba Blas hablando con Magí. "Hola Magí!" dije y le abracé. "Hola Tara y hola Lucas!" dijo. "Qué tal pequeño?" empezó a hablar con Lucas. Blas y yo no dijimos nada, sólo miramos al otro. "Bueno Blas, ya sabes." dijo. Se despidió de nosotros y se fue. "Ha pasado algo?" pregunté. "Sólo me ha llevado los billetes y todo." dijo sin mirarme. Se formó un silencio entre nosotros. "Papi, mira mi dibujo!" dijo Lucas con alegría y saltando hacia Blas. "Qué bonito!" dijo Blas y le abrazó. "Este es para mí pero si quieres te hago uno!" dijo sonriendo. "Sí! Hazme un dibujo y lo pegamos allí!" dijo Blas enseñando a la pared. "Voy!" dijo y corrió a su habitación. Blas me miró y yo a él. Noté la tristeza en sus ojos y fui y le abracé. Por unos segundos seguimos así. "Cuándo salís?" pregunté. "La semana que viene." dijo y suspiró. "Hasta entonces tenemos mucho tiempo por pasar juntos." dije y le besé. "Pero después ya no tendré por varios meses..." dijo. "Blas, no pienses en lo malo siempre." dije. No dijo nada pero me besó.

Una semana después...

Blas, Lucas y yo nos sentamos en el coche para ir al aeropuerto. Fuimos los primeros en llegar. Poco a poco llegaron los chicos y sus novias también.
Magí fue a arreglar todo y nosotros tuvimos tiempo para despedirnos y todo.

"Te voy a llamar todos los días. Y cada vez que vayas a dormir me llamas en videollamada, vale? Cuando pase algo, me lo dices y cojo el primer vuelvo para volver. Y cuando-" estaba diciendo Blas. "Blas, para." dije y me reí un poco. "Te echo de menos ya." dijo. "Y yo." dije y me besó. Nos abrazamos. Le puse una cosita en la bolsa de su chaqueta. Luego lo va a mirar seguro. Entonces llegó Magí. "Chicos, nos vamos ya?" preguntó. Todos se pusieron en marcha menos Blas. Se giró hacia mí otra vez y me besó de nuevo. De repente todo el alrededor desapareció y sólo estuvimos Blas y yo en el mundo. No quiero que este beso se acabe nunca. Pero... "Blas, tenemos que irnos ya." dijo. Paramos. "Un minuto." dijo y bajó a la altura de Lucas. "Mi niño, prométeme que vas a cuidar bien de mamá porque sé que eres un chico muy fuerte. Y si alguien la quiere hacer daño lo impides como lo hace papá, vale?" dijo. "Te lo prometo." dijo y abrazó a Blas. "Hasta pronto." le dijo Blas. "Adiós papi!" dijo. "Blas ven ya!" dijo Magí impaciente. Todos le estaban esperando. Blas se levantó y tomó su mochila que estaba al lado en el suelo. Se fueron hacia el control de seguridad y Blas giró su cabeza y me miró mientras siguió caminando. Pasaron por el control y en nada ya estuvieron dentro de la sala y ya no les pudimos ver.
Yo grabé la mano de Lucas y salí de allí lo más rápido posible. "Tara, espera!" alguien gritó mi nombre pero no me giré. Lo único que quería hacer era llorar. Toda la semana no lo pude hacer porque no quería que Blas me viera llorando para que no le haga sentir aún peor. Pero lo único que deseaba era llorar. Llorar porque le echaba de menos sólo si pensaba en que no le iba a ver para unos meses. Llegamos a donde había aparcado el coche. Senté a Lucas en su sillín y fui a sentarme yo pero Ana me impidió. "Tara, estas bien?" llegó corriendo desde la sala. "Cómo puedo estar bien?" caí llorando en sus brazos. "Tranquila..." dijo y me acarició el pelo. "Quieres que venga contigo y que te desahogues conmigo?" me preguntó. Asentí con la cabeza y me sequé unas lágrimas. "Venga siéntate, voy a decirlo a Barbara." dijo y se fue a donde estaba Barbara con Sonia. Ni un minuto después volvió. Se sentó en el coche y empezó a conducir a mi casa. Llegamos unos 20 minutos después y entramos a casa.
"Lucas, te vas a tu habitación por favor?" pregunté. "Sí mami!" dijo y se fue. Nos sentamos en el sofá. "Cuenta, qué te pasa?" preguntó. "Qué me pasa? Que estoy sola. Sin Blas no puedo." dije y escondí mi cara en mis manos. No podía parar de llorar. "Cariño, no llores..." dijo y me abrazó. Seguimos un rato así, yo llorando todo el tiempo. Cuando estaba más tranquila empezó a hablar otra vez. "Va a volver, esto no olvides. Además puedes hablar con él cuando quieras y verle también puedes." dijo. "Pero no puedo estar entre sus brazos..." dije. "Es verdad pero el tiempo se te va a ir volando. Ya verás que en nada estará contigo otra vez." dijo y me volvió a abrazar. "Gracias por estar aquí. Estoy un poco más tranquila." dije. Y de verdad lo era. Se quedó un rato más y se fue. "Mamá, por qué estás llorando? No he hecho bien de cuidarte?" dijo en un tono bastante preocupado y corrió hacia mí. Me reí al ver su preocupación. Le abracé y besé su cabeza. "Lo haces muy bien. Gracias." dije y le sonreí.

Forbidden LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora