Ven, acércate, quiero contarte un secreto.
Me enseñaste a ser arte.
A difuminarme en tu sombra.
A terminar esculpida en tu boca.
Dibujarme en tu mirada.
Pero, ven, déjame contarte un secreto.
Tu ausencia no me perjudicó.
Sigo siendo obra en lienzo nuevo.