Capítulo 5: Tu dices blanco, yo digo negro

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Narra Malú:

- pero puedo hacer más conciertos en verano- exclamé un poco borde
- que no, dos por semana ya son muchos Malú! No insistas que te agotarás.
- Rosa, estoy entrenada para aguantar.
- se trata de un aspecto psicológico. No te quiero agobiar. Además tienes una semana de vacaciones antes de empezar toda la gira y espero que descanses.

Rosa se fue y me dejó en la sala de reuniones sola. Quería que me hincharan a trabajar este verano. Lo necesitaba como agua de mayo ya que con Paula las cosas no iban muy bien. Cada vez nos veía más distantes y no me gustaba, así que hoy que tenía el día medio libre, había decidido prepararle una buena cenita con sus velitas para retomar la relación. Después de la discusión, me había apartado un poco y entre nuestros trabajos no nos habíamos visto demasiado para solucionarlo. A ella la veía triste y, aunque no me hubiera vuelto a sacar el tema, sabía que estaba reflexionando acerca de nuestra relación. Esto de no hablar me sacaba de quicio y estaba muy nerviosa. Por eso, quería demostrarle a mi manera que la amaba y que estaba dispuesta a superarme.

Además de preparar la cena romántica, fui a unos grandes almacenes y compré dos anillos preciosos con un mini diamante. Siempre había querido regalarle uno, la consideraba mi mujer ya y sabía que le haría mucha ilusión.
Llegué a casa, encendí la música y me puse manos a la obra con la cena. Prepararía una cremita suave de berenjena y de segundo unas milhojas de verdura y carne con una vinagreta.

Estaba colocando la mesa en el jardín con las velas, la musica chillout y las cajitas en medio, cuando sonó el timbre.

- hola Laura, qué sorpresa?- la italiana en mi casa? Qué hacía?
- guapa- me da dos besos
- pasa pasa, quieres algo?
- no solamente quería hablar contigo.
- joder que intriga, dime- nos sentamos en el sofá.
- a ver, no soy tonta ni nada y como eres mi amiga quiero decírtelo antes. Le voy a proponer a Paula que sea mi estilista personal
- qué!! -me sentía incomoda y pq a mi chica!!!- y pq me lo dices a mi?- le pregunté con voz débil.
- malú no finjas conmigo, sé que sois novias. Eso de amigas no cuela y te lo quería decir antes a ti.
Agacho la cabeza y me enciendo un cigarro. Joder, Paula fuera y con la italiana. Que sabe que somos pareja. Mantuve la calma y respiro.
- si somos novias- una sonrisa salió al decirlo- llevamos ya muchos años. Gracias por decírmelo, no lo sabe ella?
-no, quería hablar contigo antes y no que te enteraras por ella.
- me jode pq significará no vernos, pero que decida ella. Es una oportunidad. Gracias Laura, en serio- estuvimos una horita hablando de nuestra relación, del programa y de su gira. Realmente me había gustado que viniera y también me había demostrado que era una mujer 10.

A la hora escuché el ruido de las llaves, apagué las luces de nuestra casa y salí al jardín. Me había puesto guapísima para la ocasión. Unos pantalones de cuero que sé que le encantan y una camisa roja de burdeos, el pelo recogido con una cola alta y los labios pintados a conjunto con la camisa. Abrí el champán y me tumbé a unos colchones que había dispersado al lado de la mesa baja
-malú estoy aquí- la escuchaba gritar- dónde estás? - salió al jardín y su cara de sorpresa fue máxima- amor que bonito todo- vino rápido hacia mí.
-ven siéntate aquí - le tendí una copa
-y eso?- me preguntó sonriente
- lo mejor para mi es lo mejor para ti. Te lo mereces todo y más por aguantarme.
- que tontita estás- y se acercó a mi para besarme.

Juntamos nuestros labios sin prisa. Le había gustado la sorpresa. Me abrazó y sentó a mi lado. Su mano acariciaba mi cuello causando el efecto eléctrico en mi cuerpo. La abracé más fuerte y al cabo de unos minutos me separé para volver a sus labios. Nos empezamos a besar de forma pasional, nuestras lenguas se conocían a la perfección y el beso subía de tono
- nena, vamos a cenar que se enfría - me separé de ella- anda va- la intentaba apartar pero ella seguía a lo suyo
- cenamos luego- me besaba por el cuello- anda que me tienes tontita y necesito mimos.

Y no me pude negar. Los últimos días apenas nos habíamos visto y la había echado mucho de menos. Teníamos que hablar de la situación en la que se encontraba nuestra relación pero nuestros cuerpos y miradas no se podían resistir.
La tumbé despacio y me acomodé a su lado. Nos mirábamos tumbadas una al frente de la otra. Sus ojos estaban brillantes y nos besábamos despacio, como si el tiempo se hubiera parado a nuestro alrededor. Su mano reposaba en mi cintura y yo, para tener más contacto con ella, pasaba una pierna por encima. Cogí su camiseta y se la quité, dejando al descubierto su sujetador que no duró mucho. Con un movimiento, ella me quitó la camisa y se deshizo de mis pantalones. No dejábamos de mirarnos y a mi verla tan tierna me encantaba.
- paula mírame, eres mi vida.- la acariciaba tiernamente- te amo

La empecé a besar con toda mi alma. Como me gustaba estar así con ella. Donde no había nadie que nos juzgara, donde podía hacerla mía una y otra vez, donde yo podía ser yo en esta vida.
me puse encima de ella y mi boca fue bajando hasta su cuello que intercalaba besos con te quieros. La besaba despacio, recorriendo su piel con mi alma. La imagen de ella a mi merced, con los ojos cerrados y tapándose la cara de placer me encantaba y hacía excitarme mucho más.
Colé una de mis manos a sus pantalones y sonreí al ver como estaba de mojada. Cuando nos desnudamos por completo junté nuestros sexos y empecé a moverme encima de ella lentamente.
-arrrrg. Me encanta, sigue así
-pau me voy a ir ya, no aguanto mucho- le dije entre gemidos
-espera entonces-y coló su mano dentro de mí y empezó a moverla con mucho ritmo.
-joderrr. Aaaaagghh.-y estallamos las dos con un gran orgasmo.

Me acurruqué en su pecho y ella me abrazó, cerré los ojos y me embriagué de su olor. Me empezaba a acariciar la espalda suavemente
- siento estos días Malú, no he estado muy acertada amor- suspiró
- no digas eso, las dos estamos nerviosas. Anda ven aquí que tengo una cosa.

Me acerqué a la mesa y cogí las cajas. Ella me miraba expectante
- toma este es para tí. Te quiero
- y yo- me besó. Abrió la cajita y una lágrima resbaló por su mejilla. Me tendió el anillo.
- pónmelo vida- emocionada cogí su mano y se lo coloqué.- gracias.
- ponme tu el mío- le tendí la mano sin dejar de sonreír.

Juntamos las manos y la miré
- aunque sea una cagada, quiero estar toda mi vida junto a ti. Dame tiempo para afrontarlo. Lo voy a intentar Pau. Creo que necesito ayuda psicológica y voy a pedirla.
- gracias por ser así- nos besamos- te doy todo el tiempo del mundo porque eres la mujer de mi vida.

bailemos juntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora