capítulo 1

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Desperté agotada. No eran más de las 7 de la mañana pero tenía una importante reunión y no podía quedarme más en la cama. Me giré despacio, con cuidado de no molestar a mi chica. La pobre había llegado a las 4 de la mañana después de un concierto y todo por dormir en casa y conmigo. Mis ojos brillaban al recordar la madrugada pasada:

- mmm...-susurré al sentir unos labios dándome besos.

- sigue durmiendo cielo que mañana madrugas- se tumbó a mi lado y me abrazó por la espalda y me acariciaba el brazo.

- cómo ha ido el viaje? muy cansada amor?- me giré mirando sus ojos castaños

- nunca estoy cansada si voy a dormir contigo- me dijo besándome.

 La veía encendida. La verdad es que siempre que volvía de un concierto estaba con la adrenalina a tope y verla de esa forma a mi me encantaba. Me dió un beso húmedo y ya estaba a mil. Nos besamos con furia, besos largos que te dejaban con ganas de más. De repente ya la tenía sentada encima de mis caderas y se hacía una coleta para que el pelo no nos molestara. La cogí entre mis manos y la pegué a mi cuerpo, necesitaba sentirla encima mía. Volvió a mis labios y empezó a morder mi cuello sin piedad, ya no había vuelta atrás. La desnudé muy rápido y le empezé a besar los pechos sin parar ni para coger aire.

Estaba desatada y eso me volvía loca. Me hizo sentar en el cabezal de la cama y se puso a horcajadas. Con sus manos me masajeaba todo el cuerpo y con su boca me mordía la oreja y el cuello. Los gemidos inundaban la habitación y las respiraciones eran cada vez más agitadas.

- Nena, no puedo más, me estás matando- notando su mano en mi intimidad- ahhhh, por favor Malú..

- uffff, me vuelves loca Pau- me subió las dos piernas a sus hombros y hundió su cara en mi intimidad. Sus dedos jugaban hábiles dentro de mi y su lengua chupaba todo mi centro. Yo me agarraba a ella con fuerza y deliraba...me estaba yendo a otro mundo.

-Ahhhhh- cuando su boca se apartó y metió los dedos dentro de mí. Ella también jadeaba al verme a mi expuesta de esa forma. Mi mente se nubló y estallé haciendo que mi grito resonara en toda la habitación.

- Diosss...eres una fiera cielo- y bajó mis piernas y me besó dulcemente en la boca- te amo.

-Yo si que te amo mi vida- le acaricié la mejilla y me miraba con esos ojos que me dan vida-

 La abrazé y me puse encima de ella. Empezó a reirse pero calló de golpe cuando un dedo se adentró en ella. quería devolverle todo el placer que me había dado y así fue. Jugué a mi antojo y bailé sobre su cuerpo. Los gemidos se hacían más sonoros y no tardó nada en llegar.

-mmm...que a gustico estoy-dijo abrazándome y colocando su cabeza en mi hombro- gracias por existir cielo. Y se quedó profundamente dormida.

bailemos juntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora