Un juego entre Dios y el Diablo

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Me emociona cuando nos recuerdan que somos la raza mas débil.
Me divierte el vocablo.
Es difícil encontrar gente que entienda de lo que hablo
ya que yo solo quiero ser el curpier vocal y vil
de la apuesta que hicieron Dios y el Diablo.
Autodestrucción viril;
propagación de lo banal,
habilidades para hacer mentiras,
mentiras que superan por mucho la velocidad de nuestro sanar.
Aquella entidades supremas
no son mas que niños jugando,
jugando de manera nada ingenua
a demostrar quien esta equivocado.
No propongo tregua,
propongo guerra lirical
guerra donde seré el curpier de sintagmas
y convertiré esta guerra de mesa en algo abismal.

Daré una breve pausa
y explicaré las reglas del juego mas brutal de la historia.
Explicaré la causa
de que cada juego ganado sólo traerá derrota y gloria.
Sienten dos humanos, uno frente al otro,
el juego solo sera decir las verdades sin posibilidad de mentir,
hagan que se pregunten si creen en los monstruos
y les garantizo que se van a divertir.

Sin la posibilidad de decir mentiras
pregúntenle a los políticos que es corrupción.
Les dirán, sin escrúpulos, que ellos se llenan los bolsillo sin dañar a nadie
para poder vivir mejor.

Pregúntenle a la iglesia
si Dios existe en todos nosotros ¿Por qué unos son capaces de hablar directamente con él?
Pregúntenle sin esencia todos somos lo mismo
¿Por qué se necesitan secretos en el vaticano?
Al final del juego
la única utopía será una completa farsa,
debido a la falta de tolerancia
y por ponderar como divino e intocable el Ego.
¿Entienden de lo que hablo?
Diga usted, ahora a quien le toca jugar ahora ¿A dios con los humanos?
o ¿al Diablo?

El lujo del reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora