Hermione, a diferencia de sus compañeros sabía perfectamente como llegar a la torre de los prefectos. Bueno, y a cualquier otra parte de Hogwarts. Cuando llegaron a la entrada, McGonagall se giró y esperó a que los demás alumnos llegaran. Cuando todos se encontraban allí, empezó con las instrucciones.
-La torre de prefectos es una zona exclusiva para ustedes. Como máximo pueden entrar dos amigos suyos, y obviamente si van acompañados por ustedes. Si hay cualquier problema entre alguno de ustedes, debe ser comunicado antes de que llegue a algo mayor, ya que, en ese caso, podrían perder su puesto. Las demás normas son las mismas que para los otros alumnos. Con respecto al sistema de contraseñas, cada semana irá cambiando. Deben ponerse de acuerdo para elegir una nueva. La que tendrán para esta semana es "pata de rana". ¿Alguna pregunta? -
Todos negaron con la cabeza, ansiosos. No podían esperar a entrar a su nuevo hogar.
-En ese caso, enhorabuena prefectos. Demuéstrennos que hicimos bien al elegirlos.- dijo la profesora, para después darse la vuelta y desaparecer por el pasillo.
Hermione dio un paso hacia adelante.
-Pata de rana.- Tras estas palabras, el cuadro se abrió, dejando pasar a los excitados adolescentes.
"Vaya", "wow" y suspiros fueron lo que se escuchó al entrar en la sala común. Había cuatro sofás, alrededor de una mesa llena de aperitivos. En frente de esta, una chimenea. En cada esquina, había unas escaleras, cada una de un color: rojo, azul, amarillo y verde; en honor a las casas del colegio.
Cada uno subió por sus respectivas escaleras y se encontraron con dos puertas, una habitación para cada prefecto de dicha casa. Hermione entró en su habitación y se encontró con una gran cama de matrimonio cubierta por sábanas rojas con el escudo de Gryffindor. También había un escritorio, dos estanterías llenas de libros, un armario considerablemente grande, un sofá y un pequeño balcón.
Salió de su habitación para ir a ver la de su compañero, y se percató de que era diferente. Carecía de estanterías y en su lugar, tenía un piano. La chica llegó a la conclusión de que la habitación se adaptaba a los gustos de la persona que se residiera en ella.
Sin poder controlarlo, se preguntó como sería la habitación de Draco. "¿Qué tendría? ¿Pequeños niños muggles para meterse con ellos?". Sacudió la cabeza. Tuviera lo que tuviera a ella le daba igual. Volvió a su cuarto y decidió cambiarse. Se puso unos pantalones marrones ajustados y un jersey beige. Cogió un libro y bajó a la sala común. Se sentó en el sofá que más cerca estaba de la chimenea y se sumergió en su libro.
Mientras tanto, en la sección de Slytherin, Draco se encontraba examinando con detenimiento su habitación. Cama grande de matrimonio cubierta por sábanas de su casa, una estantería llena de libros, un escritorio, un gran armario, una mesa llena de frascos de pociones, un pequeño balcón y un baño.
No era lo que tenía en su mansión, pero para ser el colegio no estaba nada mal. Se quitó la chaqueta y la camisa y se la cambió por una camiseta negra. Era menos formal de lo normal, pero al ser negra seguía teniendo su punto de elegancia. Se preguntó si Hermione seguiría en su habitación o si estaría en la sala común así que bajo a comprobarlo. Vio a la chica leyendo un libro en uno de los sofás. "Que raro" se dijo a si mismo sarcástico. Dudó si acercarse o volver a su habitación. Finalmente, cogió un pastel que estaba sobre la mesa se sentó en el sofá que estaba en frente de la castaña.
-¿Ya estás estudiando Granger?- dijo en tono burlón. Quería haberle dicho algo más, pero por alguna razón no tenía ganas de meterse con la castaña aquella vez.
-No estoy estudiando Malfoy. Estoy leyendo y no es de tu incumbencia lo que yo haga.- dijo Hermione con una mueca.
El rubio se rió ante la contestación de la chica. Aquel año había venido más... guerrera. "Habrá que ponerla en su sitio" pensó.
-Tranquila, tranquila. Que rápido os alterais los sangre sucia.- respondió Draco, esperando poner aún más nerviosa a la chica.
Hermione levantó la cabeza y le fulminó con la mirada.
-No pienso aguantarte más Malfoy. Déjame en paz de una vez.- Tras esto, cerró su libro y comenzó a caminar hacia sus escaleras, cuando escuchó la voz burlona del Slytherin.
-¿De verdad crees que voy a dejarte en paz? ¿Con lo bien que me lo paso? -dijo Malfoy, acomodándose en el sofá, disfrutando del momento.
La chica paró de caminar y dijo lo que sabía que sacaría de quicio a su nuevo compañero de torre.
-Parece que te gustara.- dijo la castaña sin girarse, ya que estaría sabía que sus mejillas estaban más encendidas de normal. Bastante más. No solía hacer esas cosas, pero no sabía que más podía contestarle.
Escuchó como el rubio se levantaba del sofá bruscamente y tras esto, sus gritos.
-¡¿Tú?! ¡¿A mi?! ¡Ni en tus mejores sueños Granger! - respondió furioso el chico, y aunque no lo pareciera, nervioso.
-Pues déjame en paz.- dijo con un hilo de voz Hermione. Después, subió corriendo las escaleras y se encerró en su habitación. Ya sabía que Draco iba a responderla algo así, entonces, ¿por qué ña afectaba?
"Estoy cansada. Lo mejor será que me vaya a dormir."
Se puso el pijama y se acostó, aunque tardo en conciliar el sueño, ya que las palabras del chico se repetían en su cabeza una y otra vez.
Malfoy se quedó quieto en medio de la sala común. "¿Estaba al borde de las lágrimas? ¿Por lo que le dije? Le he dicho cosas peores y no se ha puesto así."
Se sentó en uno de los sofás confuso. No solo por la reacción de la chica, sino por lo que le había dicho. Hermione nunca había sido tan 'atrevida'. Jamás se hubiera imaginado que fuera a responderle algo así.
"¿Se habrá puesto así por que le insinué que nunca podría gustarme? Pero... Eso es estúpido. ¿Cómo iba a importarle eso?
-Bah, mujeres.- suspiró el rubio mientras se dirigía hacia su habitación. Se puso su pijama y se tumbó en la cama.
Cayó profundamente dormido a los pocos minutos y soñó con una castaña que conocía muy bien. Aunque estos¡, jamás se lo contaría a nadie.
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¡Hola! Se que no suelo poner "notas" al final de cada capitulo pero es que quería deciros un par de cosas.
La primera era pedir perdón por haber tardado tanto en subir, tenía el capitulo escrito en el cuaderno pero tenía que pasarlo y he estado muy liada así que, lo siento.
Lo segundo es muchísimas gracias por leerme, votarme y poner comentarios. Significa un montón para mi de verdad.
Una última cosita. Estoy pensando en escribir una fanfic con Shawn Mendes, ¿qué os parece la idea?