{5.3} Love in the 90's is paranoid

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Parte 3

— Me agrada que lleves el collar que te hizo mamá —Damon murmuró recostado en su cama. Habían llegado recién al hotel en donde pasarían la noche y Graham se había encargado de ayudarlo a caminar hacia su habitación, ya que después del accidente que tuvo en el escenario, en donde gracias a sus eufóricas performances logró que un amplificador le aplastara el tobillo, le fue imposible seguir caminando.

— Cállate, ¿Cómo es posible que te haya sucedido esto? —preguntó Graham con cara de madre preocupada, a Damon le agradaba verlo desde su posición: Cara de cansancio, preocupación y más preocupación. El mundo había desaparecido para su guitarrista después de su accidente, ahora volvía a ser su centro y le encantaba toda la atención que estaba recibiendo.

— Me agrada que estés aquí también.

— Llevas media hora, desde el bus, diciéndome todo lo que te agrada de esta horrible situación, Dames —Coxon se arregló los lentes y sonrió vagamente, Damon parecía un niño.

— Tu chaqueta, había olvidado decirlo, esta me encanta —continuó el rubio haciéndole caso omiso, y era verdad, le encantaba esa chaqueta azul marino con rayas blancas, le quedaba muy bien y Graham solía usarla seguido.

— Me dan ganas de hacerte callar, me estás irritando —comentó el castaño.

— Uuhh... bueno, inténtalo —Damon le guiñó un ojo y consiguió que se sonrojara y comenzara con sus tics nerviosos: una mano en el pelo, luego en sus gafas, después en su boca, mordiendo sus uñas— No, no. No hagas eso —le tomó de las muñecas y lo hizo bajar sus manos hacia su regazo.

— Creo que me tengo que... ir —balbuceó Graham mirando cómo las manos de Damon permanecieron sobre sus muñecas y parte de las suyas. Extrañaba mucho al cantante pero no iba a dejar que lo manipulara con todo eso de hacerse el enfermo.

— ¿Tienes algo que hacer? —se alarmó Damon.

La respuesta de Graham fue un silencio.

— ¿Qué hace Hewlett aquí? —el vocalista se volvió amargo de un momento a otro al mencionar a aquel intrépido pelirrojo que se ganaba el amor de todo el mundo con tan solo decirles 'hola'. Sinceramente no sabía cómo lo lograba pero lo hacía y eso le irritaba de sobremanera.

— Él solo... pasó por aquí... —Graham pestañeó un par de veces, estupefacto— ¿Por qué preguntas esas cosas? Jamie tiene derecho de estar aquí, tanto como Jane o... Justine, todos nuestros invitados son lo mismo, ¿Qué es lo que sucede contigo? —explotó, y Damon, quien nunca esperó esa reacción, comenzó a enfadarse.

— ¿Qué qué es lo que sucede conmigo? Podría preguntar lo mismo pero para ti. Estas todo el día con él, él esta abajo del puto escenario cuando terminamos los conciertos y... y se abrazan y todo —exclamó, sabiendo que a su compañero no le gustaba mucho el ruido, las peleas a gritos, odiaba el escándalo— ¿Qué? ¿Acaso te gusta? —añadió furioso para ese momento.

Graham lo miró con odio, una mirada que jamás olvidaría.

— Es mi problema —respondió calmadamente, cosa que encendió aún más la ira de Damon.

— O sea que es verdad, te gusta, te gusta Jamie Hewlett.

— Maldita seas —murmuró Graham por lo bajo, quitándose los anteojos solo para frotarse los ojos con más cansancio de lo habitual— ¿Por qué no te preocupas de tu novia y de tu vida?

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