Capítulo Tres.

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Tanto tiempo, ¡HOLA!

***

Los rayos de sol se escabullían entre las espesas cortinas iluminando la amplía habitación, paraban en el rostro de Louis, como acariciando su piel, su cabello castaño parecía brillar ante los rayos de gran fulgor.

Y Harry, bueno, él sólo veía como Louis no parecía inmutarse, parecía un ángel, un ángel que a Harry le pertenecía, pensaba él acariciando las dulces mejillas de Louis.

Quería verlo así de pacífico por lo que le restaba de vida.

"Louis, vamos, despierta" le movió ligeramente, fallando en su intento de despertarle.

"Cinco minutos más, por favor"

"Louis, anda, tienes que ser responsable" serio y autoritario se sento en la cama, dejando a un ya despierto Louis acostado sobre la cama.

"Odio los Lunes" con exasperación se puso de pie y camino hasta el closet, cogió las típicas prendas que solía usar y se metió en el cuarto de baño, sin olvidar poner el pestillo, no quería tener sexo mañanero de nuevo en día de universidad, no le gustaba tener que caminar como pingüino pornlos pasillos de la universidad y tener que inventar argumentos de el porque de su caminar a los maestros que le preguntaban con preocupación al finalizar las clases.

Louis se sentía incómodo ante la preocupación de demás personas, solo Harry podía preocuparse por él, solo él.

"Ugh" resopló metiendo sus dos piernas en el apretado pantalón negro que solía usar todos los días para asistir a la universidad.

La parte favorita de asistir a la universidad, para Louis, era cuando terminaba.

Cuando empezó a sentirse feo con pantalones y camisas negras, opacas, sin vida, como los coloridos atuendos que solía usar en casa, entro en un conflicto consigo mismo, por lo cual, en una acción urgente, decidió no usar boxers como Harry le exigió desde un principio y empezo a usar lenceria a escondidas del mundo.

"¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?" tristemente de pregunto a sí mismo.

"Bebé, me voy, no me esperes despierto. Te amo" y con unos sonidos a besos, la puerta de la habitación se escucho abrirse y cerrarse. Quiso arrullarlo de su tristeza por perder a su único amigo Thomas, al mudarse al otro lado del mundo con sus padres, pero se le había hecho muy tarde para el trabajo.

"Uhm"

Al verse al espejo, sintió sus ojos llenarse de lágrimas, las heridas en su alma y corazón, parecían no irse, quería irse, desaparecer, no quería sentirse de esa forma, odiaba esa opresión en su pecho, odiaba sentirse tan... Insignificante. Y sin Thomas a su lado, yéndose repentinamente y despidiéndose por llamada, ya no habría nadie con quien consolarse de sus miedos.

Louis no merecía nada de lo que tenía gracias a Harry. Siempre se lo decía a sí mismo.

El ruido de su celular le hizo quitar la vista del espejo, y, limpiándose las lágrimas se dio cuenta que era un mensaje de Harry.

"Te amo cielo, no te olvides de pensar en mi todo el día!!"

Solo un mensaje de trece palabras le basto para sonreír.

* * *

Caminando hasta la entrada de la universidad, Louis estaba absorto en sus pensamientos, en sus recuerdos, que no se dio cuenta de que Luke, caminaba hacía él con paso presuroso con su vista puesta en el libro entre sus manos, el cual leía con nerviosismo.

❝LAS APARIENCIAS ENGAÑAN; LARRY❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora