Capitulo 40

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Se separó de mi abrazo y me miró fijamente a los ojos.

- ¿Qué? - dije algo nerviosa, me estaba dando miedo.

- Nada, es que no has cambiado nada, sigues igual de perfecta. - dijo con una sonrisa de enamorado.

- Ay, José, muchas gracias. - dije cuando tomaron color mis mejillas.

- Bueno, vamos al backstage, ahí están todos, yo creo que se van a alegrar de verte. - me tomo de la mano y me jaló hacia una puerta que daba atrás del escenario.

- No José. - me paré en seco.

- ¿Por que chula? - dijo volteándose a verme.

- Porque ya me tengo que ir, mañana tenemos una reunión familiar y mis papás me dijeron que a las 11:00 llegara a mi casa, porque me iban a marcar.

- Esta bien, te acompaño, no voy a dejar que una señorita como tú este a estas horas en la calle. - me dijo estirando su mano para que la tomará, así lo hice.

- Vamos, mi carro está aquí al lado.

Caminamos hacia él me abrió la puerta del copiloto, me le quedé viendo con cara de pregunta.

- Yo manejo chula. - dijo cerrando la puerta.

Rodeó el auto y se sentó en el lugar del piloto, comenzó a manejar, le indique como irse ya que él no sabía dónde estaba mi casa, estábamos en completo silencio hasta que él decidió romperlo.

- ¿Y quién es tu novio? - dijo con algo de disgusto.

- Mi profesor de Matemáticas. - dije volteando a ver a la ventana.

- ¿Que? ¿Enserio? ¿Desde cuándo son novios? - dijo algo triste.

- Desde hoy.

- Aghhhh, ya llegamos. - se bajó del auto enojado, me abrió la puerta, baje, y le puso los seguros al auto.

- Gracias por acompañarme hasta aquí. - dije entrando a mi casa - vamos, pasa.

- De nada, wow, nunca había venido a tu casa. - dijo dejando su chamarra en el perchero de la entrada.

- Vamos, siéntate. - le dije palmeando el lugar que estaba a mi lado. Me hizo caso y se sentó. - ¿Y cómo te ha ido en Tijuana?

- Pues bien, obviamente los extraño a todos, pero dentro de todo me ha ido bien. ¿Y a ti?

- Muy bien gracias, ya pase todas mis materias. - dije riendo por lo bajo.

- Me da mucho gusto _____. - se me quedó viendo fijamente a los ojos. - ¿Tienes algo de tomar? Tengo mucha sed.

- Claro, tengo cervezas XX Lager, en el refrigerador, ¿Quieres una?

- Por favor. - dijo, me pare del sillón y fui a mi refri, tome 2 cervezas y me volví a sentar en el sillón.

- Toma. - le di la suya y la destapo con los dientes, la di la mía para que también la destapara.

Comenzamos a platicar de todo lo que había pasado en este mes que no nos vimos, él me dijo que habia muchas mujeres que se morían por el pero que a él no le gustaba ninguna, seguimos tomando hasta que los dos estábamos súper ebrios y comenzamos a hablar de puras tonterías.

- Te puedo decir algo - me dijo José.

- Claro.

Solo él (PepeProblemas y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora