Nuevo tren, sin destino

INJUSTICIAS

Como escuchar a un niño sirio preguntarle a su padre "¿por qué?".
Inocencia entre tanta maldad, gestos que nos devuelven la esperanza, unidos por la mejoría de nuestros próximos.
Quiero dejarles un mundo digno, donde el cáncer y el sida desaparezcan, y no tengan cuerpo donde celebrar su victoria. Donde el hambre se combierta en antojos.
Empezaré a querer un poco más al mundo el día que todas podamos gritar sin impedimentos "QUIERO LIBERTAD", y sí, la quiero para mí y para todos vosotros, para los niños y ancianos, esclavos y millonarios. Quiero poder mostrarme libre pero sin peros.
Aún retumba por mi cabeza el mensaje que me envió mi padre en aquella cafetería, clavando su mirada en la mía, uniendo nuestros pensamientos en uno, "NO ME VOY A MORIR AÚN", y de repente me encontré sola entre la multitud, pero cumplió. Gracias cáncer por marchar a tiempo.