capítulo 6

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-Pero si necesitas un empleo puedes bailar allá arriba del escenario- Quisiste sonreir por bondad, no porque te agradara la idea.- Puedes cobrar unos 1.000 a 5.000 yenes por noche.- Aquella suma de dinero te dejó perpleja.

-Lo lamento, pero no puedo... Gracias de todos modos.- Ruki echó una carcajada.

-Perdón- Dijo para tranquilizar su risa.-Me hiciste recordar a Reita la primera vez que vino acá en busca de trabajo.- Apuntó con la cabeza al hombre que te había traído al salón de stripteasse.-Me había dicho lo mismo que tu "No, gracias. No quiero que un montón de mujeres y hombres miren mi cuerpo desnudo"... A la semana siguiente, volvió aceptando el trabajo... Y míralo ahora, el mejor striper masculino que este salón ha tenido.- Comenzó a reírse nuevamente, le parecía divertido aquel recuerdo, ya que sólo él y Akira saben como consiguió el trabajo.-Igual que todas las personas que trabajan acá.- Sacó un cigarrillo de su paquete, lo sostuvo entre sus gruesos labios, tomó su encendedor y prendió la punta del arma más letal del ser humano.

-Bueno, pero yo estoy convencida de que no va a ser así... Con permiso.- Te dirigías a la puerta para salir del salón.

-No hay problema, monjita. Las puertas de Victorius están abiertas para vos.- Asentiste.

-Te acompaño a tu casa.- Dijo Akira.

-Akira... Reita quiere ser una estrella esta noche.- Ruki regañó al menor como si fuera una madre. Este bajó la cabeza.

-Es solo unas cuadras, ya vuelvo.- Insistió el joven striper.

-Akira.- El dueño lanzó una fuerte y seria mirada al otro, indicándole que no se fuera del dichoso lugar.

Akira se disculpó contigo, te dijo como podías volver a tu hogar desde allí y entró a la primera habitación para comenzar su expectáculo.

Te hubieras quedado a verlo, pero las ganas de llegar a tu departamento te invadían.

*********

Cuando llegaste al piso, un hombre vestido de traje se hayaba golpeando la puerta de tu hogar, era el casero.

-Disculpe ¿Necesita algo?- El hombre se volteó.

-Si, quisiera hablar con usted.- Te asustaste. Lo invitaste a pasar y una vez adentro te informó lo que no deseabas escuchar.-Resulta, señora, que su marido debe tres meses del alquiler, la luz y el gas.-

-Pero... No puede ser, él siempre estuvo pagando todo.- Insultabas al desgraciado de tu expareja, por dentro.

-Bueno, si. Estuvo al tanto hasta hace tres meses. Lo acabo de llamar para saber que iba a hacer, pero me dijo que ya no vive mas acá y vine a buscarla a usted.-

-Pero... ¿Cuanta cantidad de dinero estamos hablando?-

-Unos 10.500 yenes.- Te quedaste sorprendida.

Aquella noche parecía una noche de precios altos.

-Yo no puedo pagar esa suma de dinero, no ahora.- El hombre levantó ambos hombros y sus cejas, apretando un poco sus labios.

-Si usted no me paga el alquiler en un mes, yo procedo a despojarla de este apartamento. Con la luz y el gas... Dentro de unos días se lo cortan, así que prepárese.- Se levantó del sofá y caminó hasta la puerta. -Que duerma bien.- Se despidió para luego cerrar la puerta detrás de él.

Sabías lo que debías hacer, necesitabas el dinero urgente y sólo un trabajo podía cumplir con tus requerimientos.




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