Bien orgullosa subí sentandome en mi sitio (al lado de Lam)
-Me las vas a pagar- Susurro entre dientes.
-No guapo, ahora te la vas a pagar con la cerda de tetas de goma. Así que ya te vas relajando chucho- le dedique una sonrisa falsa y contemple los siguientes combates hasta que se acabaron.
(....)
Estábamos de camino a la "mansion" de Lam cuando derrepente escuche unas ramas crujir.
Al parecer ninguno de los dos se percató ya que yo estaba caminando algo alejada de ellos.
-Como no se pudo haber dado cuanta Lam?- susurre.
-Cuenta de que?- se giro Lam.
-De -mire a un árbol- de nada dejalo.
Chasqueo lo lengua en señal de molestia y siguió mirándole el culo a la tetas de goma.
Argggh que asco que le tengo...En fin, seguimos caminando pero por alguna extraña razón presentía algo mal...algo iba a ocurrir.
Pasaron cinco minutos y me encontraba mareada, se me nubló la vista cayendo al suelo y esperando el impacto pero nunca llegó.... Volví a abrir los ojos en un último intento y vi a Lam correr hasia mi, ¿no era el quien me agarro? Lentamente levante la vista y vi a un chico de ojos verdes con tatuajes negros hasta los hombros y el cabello castaño precioso.
El se dio cuenta de que lo estaba viendo y me dedico una sonrisa antes de caer en un sueño de color negro....
(....)
-Tsss Leira dejala descansar- escuche una voz masculina susurrar.
-Pero quiero jugar hermanito- una voz chillona retumbaba en mi cabeza dándome dolor de cabeza.
-Mira- dijo el hombre mientras me inclinaba con los ojos cerrados.- Ya se levantó- los abrí completamente y pude observar al mismo chico que me agarro.
-Wiiiiiiiiiiiiiiiiiii ya podemos jugar- desvie la vista a la niña que estaba sentada a mi lado aferrándose a su peluche panda.
-No Leira, dejala- su voz cambio y me dio hasta miedo.
-Siempre es como tu lo quieres!!!!!- grito antes de irse dando un portazo.
-Lo siento, ella es asi de mimosa- asenti.- Mi nombre es James...no me conocerás...
Negué
-Bueno te traje aquí porque estarás más segura que allí con ese chucho mal oliente- la sangre me empezaba a hervir y no se porque- aunque en verdad yo soy otro chucho.
Inconsientemente apreté los puños y temblaba sin quererlo...
-Tranquila, no soy tan hijo de puta como el- en eso estaba de acuerdo.- solo te traje aquí para explicarte una cosa que te diré tras que te hayas comido la comida de la bandeja- me señaló la bandeja de plata que estaba en la mesita de noche.
-Que es?- sentía la voz ronca y pesada.
-Un caldo que mi madre siempre hace cuando me encuentro mal. Espero que te guste- volví mi mirada a el que me observaba detenidamente cada movimiento que daba.- Voy a estar aquí hasta que te lo termines todo.
Asenti levemente y acarrear el cuenco con el caldo y la cuchara.
Comencé a comer, estaba bastante rico y no me podía quejar.
(....)
Terminando casi volvió a hablar.
-Bueno pues te traje aquí porque estas marcada por la persona equivocada- entonces recordé que me había hecho suya- tu en realidad eres mi mate.- me quede viendo el cuenco con la sopa- siempre lo has sido pero tu físico es muy parecido a la de una chica que el amo.
Estaba más que harta de escuchar esa mierda de mates, mía, la marca y todas esas voverias. Levante la vista mirandolo con asco y odio, el se limito a poco a abrir más y más los ojos.
Iba a hacer yo algo del cual pronto me iba a arrepentir