Agonizó durante varios minutos y cuando al fin parecía que estaba mejor aparece James.
Se nos quedó mirando mal y más aún cuando vio que le había vendado...
-Awwww que bonito- dijo serio - en fin, poco durareis.
-Tu...- me levante y me acerque a los barrotes- TU FUISTE EL QUÉ ME DIJO QUÉ ERA TU MATE, ERES UN ASQUEROSO MENTAL.- mis piernas comenzaron a fallarme- ¿Por qué?
-Ai Lara Lara...- se río- tan sólo te dije eso para que te ilusionaras, es que eres muy fácil de manipular- se acercó mas- solo quería tiempo para torturarlo y después matarlo lenta y dolorosamente.
Le solté una patada entre las rejas.
-No lo matarás estando yo delante!- se volvió a reir- claro que si. Ahora mismo, se me están ocurriendo varias maneras.
Me aleje un poco ya que me daba hasta asco mirarlo.
-Matenlos- ordenó y de la oscuridad salieron 4 hombres.
Abrieron la celda, dos de ellos me agarraron a mi y otros dos a Lam bruscamente, entonces comencé a maldecir a todos los muertos de cada uno.
Forcejeé pero ni modo, eran unos gorilas del 30.
Nos llevaron por todos los pasillo de allá abajo y al final estacionaron en una puerta de metal.
La abrieron y había ya preparado dos sillas en donde serian agarrados tanto manos como piernas.
Se me aguaron los ojos al pensar que moriría aquí, pero no debía, no mostraría debilidad y si; soy bastante orgullosa.
Sentados ya en las sillas un gordo sudoroso se nos acerco con una daga.
Al fin pude notar una lagrima caer por mi mejilla y fue entonces cuando me derrumbe.
-Lam- susurre y el giro lo que pudo la cabeza- aunque hayas sido- solloze- un asqueroso de mierda y un completo idiota- lo mire y el también estaba llorando- si salimos de aquí, juro que te voy a matar- me rei entre lloros.
El abrió la boca para decir algo pero se retractó.
-Vamos a ver cual es la carne más fresca- me olió el cuello el gordo sudoroso.
-Que asco- susurre lo más bajo posible haciendo que Lam no dejase de mirar mal al hombre.
-OH con que la niñita esta rabiosa- escupió las palabras- te preferiría en mi cama que en este sitio- ahogue un sollozo y de reojo vi como las venas en sus antebrazos aparecían, sus ojos se volvieron negros y sus músculos se pusieron tensos.
-Pues nada- dijo el gordo- no se si clavarte - en seco me incrusto en el antebrazo la daga haciendo que gritase - o si moverte dentro la daga- y comenzó a moverla hacia todos los lados haciendo que sintiera que dejaba de respirar- nana mejor no se si cortarte un pezo, una oreja o simplemente- avanzó con la daga dentro de mi antebrazo haciendo un corte de 10 centímetros - desgarrarte los tendones.
Negué 20 veces con la cabeza mientras forcejeaba y lloraba, la herida sangraba el doble de lo que imagine y escuche como Lam intentaba zafarce.
Estuvo cortandonos durante 10 minutos mientras decía lo que podía hacer con cada uno.
Pero la puerta fue derrumbada y 40 lobos aproximadamente fue matanto uno tras otro a los que estaban dentro menos a nosotros dos.
-Que- dijo el gordo- quienes son?- estaba confundido.
Yo solo intentaba tranquilizar mi respiración.
-Que te creias- logro decir Lam- que no vendría a por ella sin antes idear un...- respiró - jodido plan?
Mi vista se nubló a causa de haber perdido tanta sangre y lo último que vi fue que me desataron, primero a Lam y Lam a mi pero en el instante que me puse yo sola de pie: me cai al suelo dejandome ensima del charco que formó nuestras sangres.