Time.

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Me pongo una chaqueta, unas botas, unos jeans cualquiera y listo. Mi camisa esta manchada de algo Pero no importa, para algo esta la chaqueta. Miro el reloj de mano 2:30

Me quedan 30 minutos.

Abro la puerta y salgo de esta, camino por el gran pasillo hasta llegar a las escaleras donde esta Louis.

-Te ves bien.- Sonríe.

-Gracias.- Paso por su lado y sigo mi camino.

-Oye, ¿Dónde vas?.

-Perdón Lou, no puedo ir con tigo donde liam, mi padre llamó y quiere verme.-Miro hacia atrás y este hace mueca.

-Oh bueno. No importa, iré a ver a mis hermanas.

-Lo siento Lou.-Suspiró.

-Ah no te preocupes, ya podremos otro día.- Sonríe. Me detengo y lo abrazo, me devuelve el abrazo también. Juego con su cabello que es muy liso, este sólo ríe. Me separó y sonrió.

-Te veo luego Lou.

Camino hacia la puerta pero una mano y una voz ronca me detienen.

-¿Dónde vas?.- Pregunta molesto.

-Iré a ver a Papa, me llamo y quiere charlar.- "charlar"

- Te llevo.- Se pone frente mio.

-Quiero ir sola.- Lo rodeó y abro la puerta, este jala mi muñeca y me vuelve hacia el.

-No te pregunte.-Esta molesto. Muy molesto.

-Mira harry. Tengo 19 años, soy capaz de ir hacia la casa de mi padre sola. No necesito dama de compañía.- Me suelto de su agarre y cierro la puerta.

Escucho mi nombre salir de su boca pero no me interesa, tengo que hacer algo y rápido.

«.»

Llegó a la maldita casa, que tengo que admitir, es enorme.

Son las 2:50 y llegó temprano.

Toco el timbre y las puertas gigantes se abren solas.

Camino como si nada hasta llegar a la gran puerta central, donde dos gorrillas me miran.

-¿Que?.- Escupo.

Estos se mueven y me dejan pasar.

La casa por dentro es lo mas gigante que he visto en mi vida, los pasillos son extensos y hay muchas pinturas por todos lados, un gran candelabro de oro cuelga del techo, dando la iluminación perfecta.

No tengo palabras.

-Por aquí señorita Jiménez.- Un tipo con uniforme negro me conduce hasta una habitación, que es como una oficina o algo así.

Minutos más tardé de apreciar cada cosa de la vivienda llegamos a unas grandes puertas. El uniformado me susurra "suerte" y se va como alma que se la lleva el diablo.

Suspiró y abro las puertas, donde sólo hay una persona. Gracias al cielo que mi padre me inscribió a Artes marciales cuando tenía 12 años.

-¡Hola Arwen! ¡Estas tan grande! ¡Ven dame un abrazo!.- Ronaldo se levanta de su escritorio y me abre los brazos. Se ve bastante feliz a decir verdad.

-Ven dale un abrazo a tu Tío Ronaldo.- Me acerco a el y lo abrazo. Huele muy bien, a mucho jabón y creo que a un sándwich de jamón.

-Siéntate.- Tomó asiento en la silla que esta frente a el y puedo sentir el cuero de esta. Miro para todos lados buscando si alguien mas esta con nosotros.

You&I.|Harry Styles. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora