Mamá: !Emma... ya terminamos de subir las cosas, ya baja!
Yo: ¡Ya voy!- Oficialmente este ya no es mi hogar.Al bajar las escaleras volvieron a mí los famosos recuerdos, el pensar en la aventura que estaba a punto de comenzar me pone nerviosa y sobre todo preocupada.
Cuando salí de la casa rápidamente mi padre encendió el auto.
Papá: ¿Listos?
Todos: Si papá.
Y entonces comenzamos el viaje.
Un silencio total invadió el auto, hasta que por fin mi hermana lo rompió...
Melanie: ¿Falta mucho?-su comentario me sacó de juicio, a lo que respondí...
Yo: ¡Por Dios Melanie!, falta mucho ¿okey?, si dejaras de pensar en el tiempo tal vez el viaje será más rápido.
Papá: ¡Niñas dejen de pelear!Ese pequeño regaño fue suficiente para hacernos callar, claro que seguíamos molestándonos mutuamente en silencio.
Mamá: Oye Emma...
Yo: ¿Si mamá?
Mamá: Pronto será tu cumpleaños y tu padre y yo tenemos un poco de dinero así que... ¿Qué te gustaría que te regalemos?
Yo: No lo sé mamá-respondí.
Máx: Tal vez deberías de pedir un novio, ya sabes con eso de que nadie te hace caso -dijo con voz burlona.Enfurecí hasta ya no poder y le contesté con voz alta...
Yo: ¡Máx! No estés molestando, no es mi culpa que tu novia terminara con tigo y que por eso estés dolido.
Melanie: ¡¡¡Ohhhhhh!!!-riéndose-Te ganó, Máx... Jajaja.
Mamá: ¡Ya cállense!En fin, después de muchos baches, paradas al baño, curvas y reclamos, logramos llegar a nuestro destino... Nueva York.