Primera Carta

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Hoy,
Estaba sentada mientras veía al horizonte, ese que  iluminaba a más de una persona,

que aunque tanta luz irradiaba no era tan potente como para iluminarme,

ese horizonte que tanto iluminaba, fue opacado por ti, 

por ti que te has sentado mirando hacía el horizonte;

Pero ahora, mi horizonte  había cambiado, sigue siendo hermoso, porque ahora eres tú.


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