Tercera Carta

265 16 1
                                    

Hoy he llegado como todos los días, teniendo la esperanza de verte;

cuando llegaba a la banca, tú estabas ahí;

sentía el mismo infierno en mi interior, 

no sabía que hacer.

Sabía que no me notarías.

Por eso fui al mismo lugar al lugar en donde sueles sentarte,

me miraste y me sentí en el cielo, sentí que estaba a punto de gritar,

pero no todo dura para siempre, ¿no?

te fuiste.

Parecías confundido, y me dejaste.

sola, de nuevo.

Poems For HimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora