Parte. 311- El portador de las Deidades

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier templo o lugar de culto de tu religión. Si no eres creyente de ninguna, ve a alguna que predomine con las creencias de tus familiares. Cuando entres, actúa normalmente , pero antes de irte, arrodíllate en alguna parte, cierra tus ojos y reza, aun si los creyentes de tu religión no practican el rezo. Comienza a rezar de la forma en la que estás acostumbrado, o de la forma que piensas que se reza, si no lo haces, y concéntrate. Antes que termines, cálmate, concéntrate, y pregunta a tu deidad o deidades sobre "El portador de las deidades".

En este punto, comienza a contar con tu mente. Si no escuchas nada extraño, algún sonido sorprendentemente diferente en 5 minutos, significa que has fracasado en tu prueba y que no eres lo suficientemente fiel. Deberás rápidamente levantarte e irte, y sugeriría que abandonaras la ciudad también. Desde ahora, nunca más te acerques a algún lugar de culto, aunque sea de otra religión. También deberás evitar rezar durante tu vida, pues sabrán quién eres si te atreves a hacerlo, y no se detendrán hasta llevarte una horrible muerte y una otra vida vacía. Estás advertido.

Si escuchas una extraña voz pronunciando palabras impensables, sólo grita lo suficientemente fuerte como para distinguirte de cualquier otro ruido de fondo, abre los ojos y mira alrededor. Notarás que cualquier otra señal de vida se habrá ido, desde las plantas hasta la gente, y el inmortal silencio dominará el lugar. Mira alrededor y encontrarás una figura completamente cubierta en una extraña capa hecha de cuero cosido cuidadosamente, ligeramente encorvado. Si piensas que estás preparado, ármate de valor y aproxímate desde los lados, pero si encuentras tus creencias bajo la presión de esta terrible experiencia alienígena, ponte de pie frente a la figura. Te preguntará en una voz calmada y agradable: "¿Te arrepientes de tus pecados?", responde con la verdad, no intentes engañarlo o caerás inconsciente, despertarás varios días después en el lugar donde rezaste, y sufrirás el mismo destino mencionado antes. Si respondes con la verdad, pasará lo mismo, pero estarás seguro y podrás intentarlo otro día.

Si estás preparado, toca uno de los hombros de la figura, y comenzará a caminar hacia adelante. Deberás seguirlo. Será seguro caminar al lado de él por ahora, pero una vez él te revele una puerta invisible y comience a girar la perilla, deberás inmediatamente sujetar sus hombros y cerrar los ojos. Síguelo por la puerta, siempre con tus ojos cerrados, aunque experimentes un frío extremo o un calor inmenso, no serás herido a menos que dejes ir a la figura o abras los ojos. Sufrirás un destino peor que el mismo Infierno si lo haces.

Si permaneces firme durante el largo viaje, el cual tardará horas en terminar, la figura se detendrá completamente. Cuando esto pase, espera hasta que escuches el sonido de una puerta pesada abriéndose. Hazlo, y será seguro abrir los ojos y soltar a la figura, de lo contrario, no hagas nada, la figura reanudará la marcha luego de un rato. Espera a que pase lo primero.

En el momento que escuches el sonido de la puerta, suelta a la figura y abre los ojos. Te encontrarás mirando el interior de una sala , decorada con oro, sedas carmesí y huesos. Deberás caminar dentro sin duda, no mires nada hasta que estés adentro. Las ciclópeas puertas se bloquearán una vez entres.

Ya no hay vuelta atrás, pero eres libre de mirar a tu alrededor. El techo estará completamente cubierto de imágenes que inducen asombro, representaciones del génesis del universo, tal como se describe por cada religión, todas y de la misma manera, cada innumerable ventana estará representando una figura religiosa. Los lados del pasillo y los muros están casi completamente cubiertos de ídolos, símbolos, estatuas, imágenes y marcas de cada religión en el universo, algunas hermosas a la vista, otras horrendas que no querrás ver, y si buscas con cuidado, encontrarás una que corresponda a la religión de la iglesia a la que fuiste. Todos son reliquias invaluables de eras desconocidas, eternos recuerdos de su fe. No debes tocar ninguna, a menos que quieras condenarte a todos los castigos de todas las religiones por el resto de tu imposible larga existencia, y no morirás hasta haberlos sufrido todos.

Los portadores (the holders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora