Afortunadamente, nadie se da cuenta de que has copiado, y te das cuenta de que puedes sacar buenas notas sin estudiar y lo haces más veces sin que nadie se entere. Hasta que un día, tu profesor de lengua se da cuenta y habla contigo.
Dejarás de copiar a partir de ahora, pero no puedes confesar y lo niegas todo: capítulo 34.
Será mejor acabar con todo y confesar: capítulo 35.
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