Vivo con mi Ex-Novio "Jortini" Terminada

Parte 4

  1 mes después...

Había pasado un mes viviendo con Jorge, en éste tiempo la habíamos pasado increíble, incluso mejor de lo qué pensé, nuestra relación era cómo de hermanos, realmente lo parecíamos.
Aunque a veces había pequeñas excepciones alguno de los dos terminaba sacando el tema de nuestra relación a flote lo qué ocasionaba qué nos molestaramos y no hablemos por todo el día.
Escuche el ruido de mi estómago, cheque la hora 11:45 y aún no comía nada, con toda la pereza del mundo me pare para ir por algo a la cocina.
Baje y Todo estaba en absoluto silencio, seguro Jorge aún estaba dormido.
Me acerque al refrigerador, estaba vacío, maldito Jorge no hizo las compras.
Me acerque a la mesa y tome una manzana que estaba en el frutero.

—¡buh!.-sentí qué me tomaban de la cintura, automáticamente brinque asustada dejando caer mi manzana.

—¡JORGE!.-grité enfurecida mientras levantaba mi manzana para llevarla a mi boca.

—Tranquila Martina, mañana es tu cumple deberías estar tranquila.-habló Jorge.

—No sabes como desearía desaparecerte todo el día de mañana.-dije todavía furiosa.

—Esto no es 16 deseos Martina.-dijo riéndose.

—¿Callate si?.-le a vente una manzana en la cara y salí hecha una furia a mi habitación.

Una vez en mi habitación me tire en la cama y empecé a llorar, después de eso un terrible dolor apareció en mi estómago.
Sentí cómo si me hiciera pipí, no esperen ya había entendido todo lo qué estaba pasando, me había venido el maldito mes, odiaba esto con mi vida, el dolor de los cólicos era lo peor sin duda.
Busque entre mis cosas todo lo necesario para esta situación y me dirigí al baño para tomar una ducha.
Salí en busca de unas pastillas para los cólicos pero se me habían acabado, suspire y me tire a la cama otra vez, el dolor era insoportable qué empecé a llorar otra vez.
Escuche cómo abrían la puerta de mi habitación, obviamente era Jorge, trate de hacerme la dormida para qué no hiciera preguntas pero un sollozó se me escapó.

—¿Tini por qué lloras?.-se acerco rápidamente a mí.

—Extraño a mi papá.-mentí aunque no tanto, en verdad lo extrañaba, asintió y volvió hablar.

—Se qué tienes algo más dime, ¿qué pasa?.-me habló con voz suave.

—me duele el estómago.-dije entre sollozos vi qué trataba de evitar una sonrisa.

—¿solo eso?.-alzo las cejas, estúpido.

—¡ESTIY EN MIS DÍAS MALDITO IDIOTA!.-grite enfurecida, otra vez.

—ahhh.-dijo rascándose la nuca, nervios.

—Veo qué estarás cómo idiota, ¿podrías ir a la farmacia por unas pastillas para el dolor? O ¿quieres seguir soportando mi mal genio?

—¡ya vuelvo!.-dijo parándose rápidamente, se acercó a mi dejando un beso en mi mejilla y salió.

  JORGE.

Nunca en mi vida había tenido qué lidiar con una chica en sus días, hasta había olvidado que eso existía.

—Buenos días señorita, ¿me puede dar unas pastillas para los cólicos?.-le dije a la muchacha qué atendía.

—¿son para ti?.-pregunto en tono de broma, yo sólo me moleste.

—¿Me vez cara de travestí?.-le grite a la chica.

—Disculpa sólo bromeaba.-Sólo la vi mal, le arrebate las pastillas y le arroje el dinero.
Martina estaba sufriendo y esta chica con sus bromas de cuarta, con mal humor llegue a casa.