Capítulo 3

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Todas las noches sucede lo mismo. Cuando duermo y sueño aparece mi padre y todo se vuelve una pesadilla. Me habla y me dice "peligro". ¿A qué se referirá? ¿Al pasado, al presente, al futuro, todo? Todo es un peligro. He querido preguntarle qué a qué se refiere pero no he podido porque algo o alguien lo aleja de mi como lo hizo la muerte hace 13 años. Me despierto de esa pesadilla bañada en sudor y con el corazón agitado. Algunas veces grito, otras lloro y en otras solo me limito a despertarme de forma brusca. Mi hermana ya no se sorprende con ello, ya se acostumbró. Después caigo en un sueño profundo nuevamente. El sueño nuevo es sobre ojos verdes y un hombre muy atractivo que sin darme cuenta me tiene comiéndome la mente.

-Ángela son las 8 ¡Levántate!-mi hermana me mueve para que me despierte.

-Levántame a las 9.-digo aún adormilada.

-¿Qué?-pregunta sorprendida.

-¡A las 9 Gaby!-le grito irritada porque no me deja dormir.

-Pero vas a llegar tarde.

-No voy a ir.

-¿Por qué?

-Estas preguntando mucho ¿no crees?-me volteo y la encaro.

-No. Ahora contesta, ¿Por qué?

-Tengo una entrevista de empleo en Silvian Frit.

-Wow ¡Felicidades!

-Sí, ahora déjame dormir y no me digas felicidades que aún no me dan el empleo.

-Okay~ A las 9 te despierto.

-Gracias.

Parece mentira que solo acabo de cerrar los ojos y mi hermana vuelve a irrumpir en mi habitación despertándome, lo cual agradezco pero aborrezco al instante cuando me grita: ¡Despierta! Y ve por ese empleo de chica rica. Le di una mirada de "cállate la boca y cierra la puerta". Me ducho y desayuno, cuando termino son las 10. Me visto con una falda de tubo hasta las rodillas azul marino, unos zapatos de tacón alto negro, camisa blanca de botones y un blazer del mismo color de la falda. Decido recogerme un poco el pelo y me despido de mi hermana y sobrina y me voy rumbo a mi entrevista. La empresa fue fácil de encontrar, entro al edificio y me quedo muda de la impresión que da este lugar. Nada más al entrar se ve la amplitud. La recepción es un lugar brillante y enorme. Todo está decorado de blanco y azul. Paredes muy altas pintadas de ambos colores. Largas filas de asientos blancos que a la vista son cómodos, esperando ser ocupados. En una esquina se encuentra el ascensor de cristal. Me dirijo hacia la recepcionista de tez oscura y pelo negro alisado.

-Bienvenida a las empresas Silvian Frit, ¿en qué le puedo ayudar?-me sonríe amablemente.

-Tengo una entrevista de empleo.

-¿Usted es la Srta. Ángela Richards?-¿Cómo sabe mi nombre?

-Si soy yo.-digo algo confundida por cómo diablos era posible que supiera mi nombre.

-Vaya al ascensor y diríjase al piso 7 ahí la espera la recepcionista y espere más instrucciones.

-Gracias.-le sonreí.

-Que tenga un gran día y suerte.

Ascensor. Como odio los ascensores desde el día que me quedé encerrada en uno a los seis años. ¿Claustrofóbica?, si. En mi empleo "seguro" no me quedaba de otra que subirlo y bajarlo gracias a mi jefe. Pero bueno no voy a entrar en detalles de eso. Inhala, exhala. Uf estoy nerviosa y ansiosa por salir de aquí. Entro al ascensor y antes de presionar el botón número 7 verifico que tenga una baranda. Las barandas son mi seguridad en los ascensores. Pero no, este no tiene. Presiono el botón 7 y voy todo estos segundos sudando de miedo y nervios. Llego al piso 7, es diferente a donde estaba horita. Este es totalmente color beige y naranja claro pero el orden de todo es igual. Me dirijo a la recepcionista y al verme sonríe.

-Usted debe ser la Srta. Richards.-eso no fue precisamente una pregunta.

-Si.-le sonrió de vuelta.

-Por favor llene esta información.-me entrega un cartapacio con papeles.-Si gusta puede sentarse.

-Gracias.-me dirijo al asiento más cercano y lleno la información. Nunca en mi vida he llenado tanta información sobre mí. Se los entrego a la recepcionista la cual le saca copias un sinfín de veces y me entrega el original al final.

-Ahora por favor vaya al piso 15 y entregue esta información y espere más instrucciones. Gracias que tenga buen día y suerte.

-Gracias.

¿Pero que es todo esto? Parece una película sci-fi cuando te van a lavar la memoria y enviarte a otro planeta. Yo lo único que puedo hacer es decir gracias, sonreír y asentir. Voy al piso 15 el cual es verde menta completamente y las sillas son menos y azules. Miro mi reloj, las 11:15. Me dirijo hacia la recepcionista. Esta es muy joven y al instante me cae bien. Debe tener más o menos mi edad y su sonrisa dice que es una chica alegre todo el tiempo.

-Buenos días y bienvenida.

-Gracias.-le sonrió y le entrego los papeles.

-Soy Carolina Smith Srta. Richards. Espere un momento por favor, si gusta puede sentarse.

-Un gusto. Gracias.-me siento. Espero como 20 minutos mientras ella habla y habla por teléfono y escribe y mira una y otra vez los papeles.

-Srta. Richards pase por aquí por favor.-Ya era hora mujer.

-Si dígame.

-Vaya al piso 30 ahí el Sr. Calver le espera.

-Muchas gracias.

¿Dijo 30? ¿Piso 30? ¡Oh por Dios! No tolero subir 7 voy a subir 15 más. Dios por favor dame fuerzas. Me dirijo al ascensor un poco dudosa de mis fuerza de voluntad hacia mi fobia pero pensando que por algo debe ser todo este esfuerzo. ¿Cómo será este tal Calver? ¿Y si nota rápido que no soy de aquí? ¿Y si le molesta que no cumpla con un requisito? En menos de dos minutos estoy en el piso 30 y siento un tremendo alivio cuando piso suelo firme otra vez. Un chico muy amable me recibe cuando salgo del ascensor.

-Srta. Richards el Sr. Calver le espera. Por aquí por favor.-me dirige a la recepcionista.

-Srta. firme aquí por favor.-firmo.-Ahora siga al chico. Buen día y suerte.

-Por aquí.-dice él. Llegamos a unas puertas dobles y el toca.

-¿Quién?-preguntan desde adentro.

-Soy Robert señor. Llegó la Srta. Richards.

-Que pase.-Robert abrió la puerta.

Mi sorpresa es mayor que cuando llegué a este lugar. Dentro de esas puertas se encuentra el hombre con el que me topé en el ascensor ayer en el trabajo, el que me salvó de un auto que se aproximaba hacia mí y el que no sale de mi mente. Hacemos contacto visual cuando entro y sé que él me recuerda porque en ningún momento me quita la mirada de encima y tampoco rompe el contacto visual. Me paro frente a él y el aún me mira.

-Es un placer volver a verla...Srta. Richards.-me sonríe y me pierdo en esos intensos ojos verdes. Como extrañé esos ojos verdes Dios.

15 Días para decir "Te quiero" [Trilogía 15 Días, Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora