Manicomio Abandonado.

~Capitulo 2~

Desperté y me fije que no había ningún rastro de iluminación en la habitación, mire mi reloj de mano, marcaban las 10:45 a.m me levante y fui al baño, ya estando lista, iba saliendo de la habitación pero alguien me lo impidió.

-Hey, ¿Donde vas?-Dijo Bryan mirándome fijamente, esperando una respuesta.

-Iré donde Leonor-Se tenso al escuchar el nombre y asintió.

Salí de la habitación, recorriendo nuevamente los pasillos buscando a Leonor, la encontré hablando con una chica rubia, que al parecer esta viva, me acercaba un poco tímida.

-Hola Leah, ella es Rebecca, como vez esta viva, sus padres la trajeron aquí, por nada-Nos presentó Leonor.

-Hola Rebeca-Salude.

-Hola Leah, un gusto, Leonor me ah hablado mucho de ti-Sonrió.

-Pues bien, tengo cosas que hacer, las dejo para que se conozcan-Nos sonrió. Y se fue.

-¡Wow! ¿No te asusta este lugar? Digo, yo siento que en cualquier segundo me volveré loca-Confeso ella.

-Pues para serte sincera, si-Reimos.

-Me agradas Leah-Me sonrió-¿Hagamos un pacto?-Asenti-Bien seremos amigas por siempre, y cuando saldremos de este lugar nos iremos lejos de nuestras horribles familias.

-Lo prometo-Hicimos Pinkie Promise y lo sellamos- Y bien ¿Quien es tu compañero de habitación?.

-Tyler no se cuanto, es un chico majo, pero no se, sabes siento que algo oculta, y a ti ¿quien te toco?

-Bryan Jhonson-Hice un Mohín.

-Dios... Tyler dijo que Bryan es un chico peligroso, de hecho dicen que el mato a su hermana, y que su alma es una de las pequeñas muñecas que rondan por las noches y que intenta de vengarse, pues dicen también que toda chica que el a tenido cerca nunca mas vuelven a saber de ellas-Contó ella.

-Esto es horrible-podía sentir como me ponía pálida. Aquellos terroríficos relato hacían que todo se volviese confuso, espeluznante, pero sobre todo escalofriante.

El resto de la tarde me la pase en el patio sola pensando muchas cosas, tengo por seguro que no llegare ni al año viva, y si salgo de aquí, sera un bendito milagro, me siento protegida, pero a la vez desprotegida, siento bastante miedo, no quiero ser la siguiente víctima de Bryan Jhonson. Todo esto me resulta extraño. Antes tenia una vida mas común y normal de lo que es aqui; una familia perfecta, amigos con mucha popularidad, un novio. Todo lo que una chica normal de 15 años tiene, si ni es porque mis padres tuvieron esta maldita idea de traerme aquí, seguiría teniendo esa vida perfecta que tenia. Aquí encontré lo que jamas creía que existía, muñecas poseídas, fantasmas, gente confiable, y creo que hay mucho mas por descubrir. Es algo extraño pero a la vez interesante. Esto podría costarme la vida, debería estar pensando en como irme cuanto antes de este cochambroso lugar, pero al contrario, aparte de Rebecca siento que algo me impide irme. No se lo que pero quiero averiguarlo y eso hace que me motive a quedarme.

Siempre me ah gustado experimentar aventuras de todo, pero siento que esto podría ser mas arriesgado, esto puede ser mas de lo que uno se puede imaginar si me vuelvo loca en el intento, intentare aprovechar cada momento que sigo consiente de mis actos. Aunque aun me sigue entrando la curiosidad, no eh visto ninguna enfermera nuevamente, es como si este lugar ni existiera, pero deben ser cosas mías, tal vez nos estén vigilando por una cámara, algo de moderno debe tener este sucio lugar.

Me encontraba camino a la habitación, ya que se hacia muy tarde y estaba apunto de oscurecer, entro a la habitación y noto que no hay nadie, esto se me hace mas curioso aun, en cosas de minutos Bryan entra, con la respiración agitada un tanto nervioso, lo mire confundida y el solo hizo una mueca y entro al baño me acosté en mi cama y escuchaba correr a las muñecas por fuera de la habitación y sus satánicas risitas, tengo muchísima curiosidad por saber sobre la hermana de Bryan, y necesito que el me diga algo sobre ella, pero es difícil convencerlo, o eso parece tengo la sensación de que si le preguntó, algo malo puede suceder, para mañana tendré pensado algo que podría convencer a Bryan Jhonson de que me diga la verdad. Pero por ahora me quedare mirando el techo blanco con manchas negras debido a los hongos que se forman por la humedad, mi única entretención en este lugar.

-¿Que piensas tanto?-Pregunto serio.

-¿Acaso te importa?-Pregunte Incrédula.

-No querrás irte lejos ¿Verdad?-Omitió mi comentario anterior.

-Y si fuera así ¿que?-Pregunte desafiante, si algo es lo que amo es desafiar a las personas.

-Pues si fuera así, llevame contigo-Susurro.

-¿Ah?

-Nada-Dijo cortante.

-Ok.

-Solo te advierto Leah no me provoques, o te matare- un escalosfrio de los que ya sentía tan seguido recorrió mi indefenso cuerpo.

Esto seria mas difícil de lo que pensaba.