Esto es entre Dios y Yo

Capítulo 8

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"Pero el Señor le dijo: "No te fijes en su apariencia ni en su elevada estatura, pues yo lo he rechazado. No se trata de lo que el hombre ve; pues el hombre se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. - 1 Samuel 16: 7."

"Porque no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve, ya que las cosas que se ven son pasajeras, pero las que no se ven son eternas.- 2 Corintios 4:18."

Querido Dios...

Algo que la gente siempre dice, lo que siempre se repite más nunca se hace. Mirar con el corazón.

Tú me conoces Padre, y sabes que siempre he tratado de no juzgar a la gente por su apariencia, y aveces es difícil porque mucha gente pretende ser algo que no es y entonces, ¿cómo se supone que voy a conocer su corazón? Más ya no lo intento, sabiendo que el único que puede conocer realmente el corazón de una persona eres tú.

Además de eso hay otras controversias con la apariencia y el corazón. Como cuando te dejas llevar por lo que tus ojos ven pero no profundizas en esa persona. A mi me ha pasado varias veces; que veo a un chico guapo y todo, pero cuando lo conozco mejor y sé cómo es su manera de ser, lastimosamente siempre terminan siendo unos patanes. Pero bueno, así es la vida tal y como tú la creaste. (Me estoy riendo contigo aquí.)

También me ha pasado que he tratado de no juzgar a una persona por su apariencia "mala" por así decirlo, pensando que pueden ser buenas personas y buena compañía...pero resulta que no, no siempre es así, así que hacer eso tampoco funciona mucho. (Una pequeña risa otra vez, eso es todo.Tú sabes por qué.)

Desde que he descubierto el misterio de los corazones y las apariencias trato de no mirar de cerca, sino hacia adentro.

Puede parecer difícil y lo es; pero si te esfuerzas en no mirar solo la "cara bonita", sino también en su personalidad, en su manera de ser y su actitud puedes saber si tiene un buen corazón o no; aunque no con total certeza, ya que solo Tú puedes saber lo que en verdad esconde un corazón.

Este asunto también se trata de nosotros mismos. De no descuidar nuestra belleza espiritual por nuestra belleza humana.

A menudo, nosotros los humanos somos vanidosos; en especial las mujeres...si, lo admito, porque yo también soy mujer; y solo nos preocupamos de cómo nos vemos, si ya me estoy haciendo viejo/a, que si esto, que si la ropa, que si lo otro, del maquillaje, etc. y descuidamos lo que en verdad importa; nuestro espíritu.

En tu palabra dice que este cuerpo perece más tu espíritu y nuestra alma permanecen; y bueno, este cuerpo que tenemos es prestado porque Tú nos lo diste para habitar en esta tierra, pero nuestra alma, es algo que nosotros forjamos, arreglamos y construimos, y Tú nos purificas. Es por eso que entiendo que no tengo por qué preocuparme por si me veo bien o por si soy fea, aunque eso no implique que no cuide mi cuerpo, sino que por lo que me tengo que preocupar es de no tener un alma fea.

Toda mi vida he tenido esa gran controversia porque no me aceptaba a mí misma, porque pensaba que era fea, pero ahora me pregunto, ¿cómo puede ser que yo, que no soy nada, llame feo o fea a una creación tuya? Si Tú me hiciste de esta manera fue por algo y ni yo ni nadie tenemos el derecho de juzgar una creación tuya más que Tú. No aceptarme a mí misma es algo que está mal y sé que Tú desprecias eso.

Así que de una vez le digo adiós a todas esas preocupaciones innecesarias, a toda esa vanidad, a las bajas de autoestima por culpa de mi apariencia. YO digo ya no más. Porque sé que Tú me amas tal y como soy porque Tú me creaste de esta manera, y porque lo único que te importa es mi corazón y mi alma que me empeñaré en cuidar...