Ribs (Costillas)

Otro amanecer.

Me hize "miembro" de un grupo de amigos. En él estaban Pedro, Encarni, Juan y Marta.

Esta última era amiga de mucha gente de la clase y se juntaba un poco más con otro grupo que con el nuestro, pero era normal.

Éste era el grupo de "los raros".
Nadie quería juntarse con ellos.

Juan C. era más independiente y no hablaba mucho. Si hablaba, era de videojuegos, cosa que a Pedro también le gustaba mucho.

Me caían muy bien Pedro, Encarni y Marta. Con Juan Carlos no tenía mucho de lo que hablar.
Con Pedro sí y con Encarni y Marta también.

Gradualmente Marta, empezó a juntarse más con el otro grupo de chicas y para el final del curso sólo estábamos yo, Encarni y Pedro.

Marta seguía juntándose con nosotros pero menos.

Antes de quedarme cómo "miembro" del grupo, me armé un poco de valor e intenté dejar de lado mi timidez para conocer a la demás gente del instituto gracias a Marta.

Conocí a Mery. Ay! Mery, si supieses que estoy escribiendo esto! Mi pequeña Mewi, sabes que puedes confiar en mí siempre. Estoy orgulloso de conocerte, y aunque creas a veces que nadie te aprecia te equivocas. Pero es bueno equivocarse, y lo sabes.

Recuerdo cuando escribíamos historias que siguen vivas en algún lugar de nuestras mentes. No pares. Nunca. Sabes que puedes llegar a ser lo que quieras y es que no hay persona que pueda superarte nada más que tú misma.

También conocí a otra chica, Marta; Marta R., una chica inteligente y admirable, a pesar de alguna vez u otra haberme enfadado con ella por su competencia, seguirá siendo una muy buena amiga, con una gran sonrisa y con buen gusto para la moda.

También están Almudena S, una guapa joven muy amiga de todos; Mary, una inteligente chica con buenos (malos) chistes, Almudena F., que a pesar de sus humores, guarda una cariñosa chica; Yahira, una alegre, rebelde y graciosa chica.

Y cómo no, la propia Marta L.

Una chica inteligente, misteriosa y elegante, moderna y cambiante, la cual creo, que sabe todo secreto que se cernía sobre la clase y a la cuál le he confiado varios secretos, y ella a mí también.

Admiraba la forma que hacía para estar en cada grupo sin que tuviese que elegir del todo. 

Fue una pena que se cambiase de instituto en 3° ESO, pero aun la sigo teniendo en mente, y en contacto con ella mediante las redes sociales.

Nadie de la clase lo sabía, pero Mery y yo estuvimos muy tristes por su ausencia, y se nos hizo raro el resto del año que ella no estuviese.

De chicos, conocí a pocos, con Raúl el más graciosillo por así decirlo, me juntaba más, pero casi nada, y con los demás nada de nada. Parecían intimidantes y un poco con cara de hacer pocos amigos. 

Terminó 1° de la ESO conociendo a muchos compañeros, que poco a poco iban convirtiéndose en un espejismo vago de amigos.