Yo dudé un poco al principio si debía bajar el bate y darles la oportunidad de hablar. La verdad es que, después de todo el infierno que viví, me es difícil confiar.
Pero, por alguna razón que no entendía, sentía que no debía desconfiar de ellos. Ilógico, teniendo en cuenta que no los conocía a ninguno. Pero, finalmente, decidí seguir mi instinto y bajé lentamente el bate.
Sin embargo, no lo solté. No tenía la certeza de si confiar en ellos sería lo mejor y que, posiblemente, esto no terminara bien. Y, sí, me superaban en número. Pero igual iba a dar pelea.
Los miré a todos por unos segundos antes de hablar.
—Antes que nada, quiero saber ¿Cómo demonios entraron a mi casa?—Les pregunté mientras que sujetaba más fuerte el bate.
—Por la puerta—Respondió una de las chicas mirándome con una ceja alzada.
—Imposible. Estaba cerrada con llave—Aseguré mientras los miraba con sospecha
—¿Estás seguro de eso, Stiles?—Preguntó divertida otra de ellas
Me quedé un momento analizando los momentos previos al salir de casa y algo hizo click en mi cabeza. Iba tan perdido en mis pensamientos en la mañana que agarré la mochila y las llaves de la casa y del Jeep, pero creo que me fui directo al auto sin cerrar la puerta con seguro.
Demonios. Si hubieran sido unos ladrones... Papá me hubiera matado.
Pero, obviamente, no iba admitir no haberla cerrado frente a ellos.
—Supongamos que no la hubiera cerrado con llave. Eso no les da el derecho a entrar como si ésta fuera su casa ¿Saben qué es invasión a propiedad privada? Los puedo denunciar y...—La chica de antes me interrumpió.
—Como sea. Me llamo Melody Williams—La chica era de tez blanca, su cabello era rojo con mechones rosados y negros, y sus ojos eran grises como el platino.
—Irene Monroe—La segunda en presentarse era una chica de tez morocha, y su cabello era morado con mechones negro, y sus ojos eran de un azul eléctrico.
—Paty Madison—Habló una chica morena de cabello marrón y ojos color chocolate
—Dashiell Whittman—El que se presentó era un chico alto, con músculos y algo moreno, su cabello era negro como el alquitrán y sus ojos marrones.
—Theo Owen—El otro era un chico de te blanca y se veía que era algo tímido, sus ojos eran verde oscuro, y su cabello era negro.
—Bueno, no hace falta que yo me presente—Habló Marius sonriendo de lado
—¿Por qué vinieron a mi casa?—Pregunté, volviendo a lo importante
—Nosotros vinimos a explicarte algo muy importante, Stiles...—La interrumpí
—Si, si, ya tu amiguito se encargó de hacérmelo saber ¿Puedes ir al grano y dejar tanto suspenso?—Exploté con intranquilidad y exasperación mientras que la miraba con hastío.
Estaba nervioso, porque no quería que todo lo que había pasado se volviera a repetir. Les estaba dando un voto de confianza pero me era difícil.
No quería ser utilizado otra vez.
—¿No ves que estaba a punto de explicarte? Sólo cállate—Me replicó la chica llamada Melody
Yo la miré con el celo fruncido ¿Y qué se creía? Está en mi casa ¿Y me habla de esa manera?
Pues no se lo iba a permitir.
Estaba a punto de contestarle con el tono más mordaz y sarcástico que tenía en mi repertorio, pero Irene nos detuvo antes de que pudiera hablar.