Capítulo 22

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La suave arena estaba fría bajo el tacto de los pies, pero ellos no lo sentían. El agua desprendía un salado sabor al ambiente que despejaba la mente y las fosas nasales. Los pequeños puntitos blancos brillantes que colgaban del cielo desaparecían poco a poco, y los pendientes largos de la muchacha se mecían con el movimiento del viento.

Tate y Violet aprovechaban juntos sus últimos momentos efímeros de libertad del año antes de que los primeros rayos de sol tocaran su fría piel.

La chica estaba recostada sobre el pecho de su novio, con su hombro derecho por encima de su cuerpo, y agarraba firmemente su mano, con miedo a que si la soltaba desaparecería.

-Entonces, ¿qué somos exactamente?

El rubio miraba con ternura a su amada, sintiendo que sería capaz de hacer cualquier cosa por ella. Paseaba vagamente su dedo índice por el dorso de su mano y muñeca dibujando círculos imaginarios.

-Estamos muertos. No tiene mucha importancia lo que seamos. Con lo mínimo es necesario. Con tenerte cerca me conformo.

-Violet.

-¿Sí?

-Nada- sonrió-. Sólo echaba de menos pronunciar tu nombre bajo mis brazos.

La chica sonrió, feliz al fin, reunida con la persona con la que quería pasar el resto de su eternidad.

-Tate.

-¿Sí?

-Lo siento.

Se miraron un instante fijamente y desaparecieron cogidos de la mano, unidos; amaneciendo y besándose bajo las últimas estrellas de su primera noche juntos tras muchísimo tiempo.

Tras dieciocho años de amor retenido.

¿A Qué Le Tienes Miedo? || AHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora