Carta ocho

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Hola chico N

Estoy tan acostumbrada a tu presencia, que un fin de semana es una eternidad sin verte. Tengo tan mala suerte que hoy no has venido a la escuela.

Tal vez no hablemos tan seguido, pero para mí era importante verte.

Y fue en ese preciso momento, cuándo buscaba tu mirada y no la hallé,  que me di cuenta que te tengo grabado en mi mente, Me he acostumbrado tanto a mirarte que casi te conozco bien.

Tus distintos tipos de risa, la que tienes cuando estas nervioso, cuando algo te causa gracia o tu risa sarcástica. Y como no mencionar la manía gigante que tienes por acomodar tu cabello cuando caminas, la manera en que bajas ligeramente la cabeza cuando hablas con tus amigos. Literal nadie está a tu altura.

En fin, no puedo esperar el momento para verte de nuevo.

Con amor L





Cartas para élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora