Cap. 2

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-Apartate de mi camino.- dice el demonio como advertencia.

pero la silueta se empieza a erguir 

-¿Quien eres?- dijo el demonio al instante.-¿que es lo que quieres?

No hubo respuesta por un momento

 -Quien soy no creo que importe mucho demonio sin embargo tienes algo que vine a buscar , así que por favor suelta a esa mujer- dijo la figura oscura con voz de hombre, algo ronca y tosca, pero muy sarcástica a la hora de ser educado.- tienes hasta cinco para soltarla.

-Idiota! huye mientras puedas- le trato de gritar mientras busco desesperada algo en el suelo para poder defenderme.

La figura oscura ladea la cabeza acercándose  a la luz de la luna, pude ver que era un hombre alto, con una vestimenta muy rara, pero lo que mas me llama la atención fue una especie de lanza cuyo filo reflejaba a la luna.

- Uno... te lo advierto demonio no tendré compasión , dos....después no digas que no te lo advertí-dijo el hombre que en vez de estar asustado parecía feliz, como si estuviera por comenzar uno de sus juegos favoritos.

-Maldito humano! es esto lo que quieres- grito  el demonio, mientras aprieta mas mi cabello en su mano y me levanta del suelo, supongo que si mi cuerpo no se encontrara al borde del colapso, el que me agarrara así del cabello, me provocara mucho dolor, pero a estas alturas a puras penas era consiente de mi misma, la adrenalina era mi único medio para no desfallecer.

-tres...cuatro...bueno tu te lo buscaste cinco-  aquel hombre corre hacia el demonio para arremeter contra el, con su lanza le corta el brazo con el que me tenia prisionera, caigo al suelo de bruces, busco a tientas por el suelo cualquier cosa que pueda usar como arma encuentro una roca me levanto, pude ver como ese hombre forcejeaba con el demonio, corro para ayudarlo salto y golpeo al demonio en la cara con la piedra una y otra vez, pero para el demonio no es nada y me empuja contra un árbol, el oxigeno explota fuera de mis pulmones dejándome si aliento, el hombre sigue luchando contra el demonio teniendo cuidado de no acercarse del lado del brazo que le corto para no ser rociado por el ácido que desprende, se escabulle esquivando los golpes del demonio buscando un ángulo adecuado hasta que finalmente lo  atraviesa el corazón con su lanza.

-No!!- Grito.

-Maldito como te atreves- dijo el demonio mientras caía en la hierba.- mis hermanos te buscaran y te mataran.  

-No importa los mandare al infierno igual que a ti-dijo el hombre dándole ya la espalda y acercándose a donde me encuentro se agacha para estar a la altura de mi cara.

 Me observaba tendida contra el árbol, inclinando un poco su cabeza

- Hey mujer levántate, estamos en la tierra de los demonios .

-Eres idiota, ahora que cortaste a ese demonio el olor a su sangre se esparcirá a todo el bosque y vendrán a buscar a su asesino!

- No se supone que tendrías que estar a mis pies , llorando  he implorando que te salve y te lleve de regreso a tu aldea,  tienes que ser agradecida, te he salvado de una muerte segura.

-No necesitaba de tu ayuda, podía arreglármelas yo sola.

-Mira que eres desagradecida.- se inclino hacia mi y me levanta para ponerme en su espalda.

-Oye pero que crees que haces - molesta y comienzo a forcejear.

-Te llevare a un lugar seguro, así que se una buena y quédate quieta.- dijo en un tono mas suave.- la verdad no creí encontrarte con vida ya que te fuiste de tu aldea hace tres semanas, a estas alturas lo normal es que hubieras sido comida por un demonio!¿me estas escuchado?

Si lo estaba escuchando pero mi conciencia  había llegado a su limite poco a poco fui perdiendo la noción de lo que pasaba a mi alrededor y dejaba de escuchar la voz de aquel hombre, y al fin el cansancio me gano y lo ultimo que veo es oscuridad.



Las Hijas de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora