Mientras caminamos por el bosque me empiezo a fijar mas en Michael, en su atuendo.
-¿Quien eres?.-le pregunto mientras comenzamos a subir una montaña llena de pinos, Michael que va por delante me mira sobre su hombro.
-Te dije que me llamo Michael.-responde sin mas.
-Eso dijiste pero quiero saber ¿Por qué te mandaron a ti para buscarme?
-soy el segundo mejor del gremio de los cazadores.
-¿el segundo? ¿Por qué no enviaron al primero? Al legendario Cazador Carter el Grande estoy segura que si Alfr.. su Alteza el Príncipe Alfredo mandara a alguien hubiera sido el primero.
Michael se detiene y se gira estrechando los ojos.
-Si bueno no se encontraba disponible, tenia asuntos mas importantes para atender, lo que es una suerte para ti ya que yo me encontraba disponible.-se cruza de brazos.-hablando de eso ¿Por qué eres alguien de interés para el príncipe? .-me encojo de hombros y empiezo a caminar.-sabes que quedarte callada también es una respuesta.-comenta mientras camina a mi par, ruedo los ojos.
-Oh y bueno que es lo que te dice mi silencio.
-Me dice que podrías ser una ladrona del castillo por tu manera de atacar a los caníbales de antes.-me mira las armas que tengo.-o incluso una asesina, pero no estaría mal pensar que también podrías ser una de sus amantes quizás podrías ser una concubina que esta embarazada y escapado.-dice mirando mi vientre, lo miro seria y camino mas rápido.
-Ok se termino la charla
Conforme avanzamos me iba dando cuenta que poco a poco me iba sanando sentía mis sentidos responder a la naturaleza, mis dolores me dejaban y fui consciente de mis ropas que ahora eran prácticamente tristes harapos llenos de manchas ya sea de sangre seca oscura o lodo, tenia las piernas muy expuestas y si íbamos a subir las montañas era seguro que me congelaría, quizás cuando llegáramos a la siguiente aldea podría comprar algo de ropa zapatos incluso.
-eres un poco callada.-sigo sin contestar.-será un viaje muy largo, una semana si tenemos suerte, dos sino.-me detengo.
-¿piensas callarte de una buena vez?
-Bueno lo dudo, aunque contigo como compañera de viaje creo que será menos de lo normal.-suspira aburrido.
Conforme comenzamos a dejar el bosque de los caníbales el bosque se ve mas vivo, mas lleno de brillo, los animales murmuran a nuestro alrededor y las aves cantan, puedo mirar como las montañas se imponen sobre las copas de los pinos, si mal no recuerdo existe un pequeño pueblo a las faldas de la montaña, con todas mis cosas olvidadas en la cueva del demonio no cuento con nada de dinero, miro de reojo a Michael.
-Cuanto te asignaron por el rescate.-indago.
-No lo justo por los problemas que das.-dice como si nada, frunzo el seño se que Alfredo debe haberle pagado bien para enviarlo a el y no a la guardia real. solo se adquieren los servicios de los cazadores cuando las misiones son muy lejanas del castillo.
-Necesito que me des unas cuantas monedas, cuando lleguemos al castillo se te retornara.
-Me estas queriendo decir que quieres un préstamo, ¿no es asi?.- dije con una sonrisa. miro al frente.
-Si, se puede ver así.-digo resignada.-No tiene que ser mucho con unas monedas de bronce estaría bien.-digo como si nada.
-¿Porque quieres dinero? no tenemos nada a kilómetros.
-Tengo que comprar ropa y zapatos.-no se en que momento perdí mis zapatos pero es mucho terreno para recorrer de regreso a la capital y se me romperán los pies antes de conseguirlo eso o que muera congelada en las montañas. Michele me da una mirada, si se que soy un desastre andante, magullada y sucio.
-Cuando lleguemos al pueblo mas cercano te compare algo.-dice en voz baja lo mira ceñuda.-después de todo no puedo dejar que la concubina del príncipe muera de frio con el futuro heredero en ella.-me mira de reojo, bufo no esta tan equivocado pero aun así no pienso darle ninguna clase de pista.
-Porque no me das las monedas ahora mismo.-exijo.
-Primero que nada no tienes no bolsillos para guardarte nada, segundo podrías escapar una vez tengas el dinero.-bueno honestamente si lo habían pensado, si no sede solo tengo que esperar a que caiga dormido, el único problema es que tengo que buscar en donde guarda las monedas.
-No huiré no conozco el lugar podría perderme.-miento.
-Si eso fuera cierto hubieras muerto antes de que te encontrara, es claro que conoces los bosques para salir de la capital.- tiene razón y el me esta venciendo en este juego.
-De todas maneras no podría huir de ti.-pruebo a ver si su orgullo lo vence, los hombre siempre bajan la guardia cuando los halagas.
-Tienes razón pero no voy a tentar mi suerte.- responde sabiamente, es un caso perdido así que apresuro el paso para llegar al pueblo lo antes posible, podría conseguir provisiones, entrar por ropa a una tienda y escapar una vez distraído Michael, mis fuerzas están regresado un poco mas fuerte es cuestión de horas para que este a mi máximo poder.
llegamos al limite del bosque y veo a las faldas de la montaña mi salvación, un pequeño poblado rustico pero algo es algo, sonrió al saber que falta poco para poder seguir mi camino sola.
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Las Hijas de la Noche
FantasyEl Ser humano por naturaleza nata es curioso, por eso mismo busca respuestas, sin embargo el resultado de la búsqueda no siempre es lo que esperaba. Que pasaría cuando todos los misterios del mundo te son revelados.