Three

247 19 3
                                    

Metió la punta del lápiz en su boca. Lo mastico por unos minutos, hasta que le dio asco y lo saco de la boca.

Miro el reloj de nuevo. Aun faltaban quince minutos para el cambio de hora. Movió sus pies de adelante hacia atrás, zapateo un poco y se acomodo en su silla.

Miro de nuevo al reloj, este aún no se movió. Quince minutos para soportar a esa vieja que hablaba y hablaba, quince minutos para seguir con esa curiosidad.

_Si no te tranquilizas, no te lo diré. - Le dijo Ross al oído.

Para el era tan divertido ver como no aguantaba los minutos. El también estaba harto de esa vieja, pero amaba ver a Laura así de inestable.

-Pesado. - susurro Laura sin mirarlo.

Ross soltó una pequeña carcajada en voz baja.

-Me quieres así. - sonrió mirándola.

-Si eso te hace feliz. - dijo irónica viendo al pizarrón fingiendo prestar atención.

-No sabes cuanto.

Esta vez se dio vuelta para mirarlo. El sonreía y ella lo miraba lo más seria que podía.

-Idiota. - Ross agrandó su sonrisa, haciendo imposible a Laura no sonreír.

-Lynch, Marano. - Laura bufo y giro. - Así me gusta, problemas.

La clase estalló en risas y la profesora sonrió. Laura se paró de la silla y a la profesora se le borro la sonrisa.

-¿Que vas a hacer? - pregunto Ross riendo.

-Algo... que la va a enojar mucho.

-Me asustas. - Sonrió.

-Tengo ese don, rubio.

La profesora atenta a los movimientos de Laura trago saliva. La conocía demasiado bien.

-¿Que harás Marano? - Pregunto nerviosa.

-Ross... - Lo llamo, y este la miro sonriendo. - Párate.

-A su orden. - Este se paró al lado de la castaña. - ¿Que harás? -Le susurro.

-Ya lo verás. - le devolvió el susurro.

Miro al reloj. Diez minutos para el cambio, nunca estuvo más feliz de que aún haya clases con ella.

-Profesora, dígame. - Camino adelante de ella. - Aquí mi compañero rubio... - hizo una seña para que se acerque. - ,¿Le  parece lindo, atractivo, hermoso, sexy?

Ross la miro con una ceja levantada y una sonrisa. Podía imaginarse lo que haría.

-Ehm... - Carraspeo. - Por supuesto. Es bastante atractivo.

El rostro de la profesora se torno rojo y todos los alumnos miraban atentos, sin hacer ruido alguno.

-Y... ¿Si tuviera su edad... - se escucharon pequeñas risas, entre ellas la de Ross. - ... saldría con el?
-Pues...

-Responda. - insitio.

-Eh... yo... - Laura golpeó levemente el torso de Ross quien al instante sonrió.

Esas sonrisas que matan. Las que solo el sabe hacer. Esa sonrisa motivo más a Laura.

-¿Y?

-Si. Lo haría. - Comentó totalmente hipnotizada por la sonrisa del rubio.

-¿Lo besaría? - Ross sonrió de nuevo.

La profesora soltó un suspiro, provocando varias risas.

Adictos. ||Raura||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora