Los días transcurrían, alegres, rapidos, más rápidos que de costumbre.
Es verdad lo que dicen, si eres feliz, todo pasa más deprisa
Y yo ahora era feliz. Mi vida estaba llena de gozo.
Me despertaba todas las mañanas, feliz. Despertandome bajo los rayos de sol, que cada día acariciaban mi pelo.
La brisa de mi océano acariciaba mi piel, mientras, como todas las mañanas me arreglaba para verlos a ellos
Si a ellos, a mis dos amores.
A mi mar, que me esperaba cada día para jugar conmigo, fuera ls hora que fuera.
Cada día antes de irme al trabajo, el me esperaba, con sus olas, dueño de mi alma. Saludandome. Hablándome. Amándomr.
Y como cada mañana, en esa barca bieja y hermosa, estaba mi otro amor. Grande, robusto, con ojos bondadosos. Tirando las redes. Feliz
Siempre los dejaba celosa, mientras yo partían ellos permanecían juntos.
Jugando, riéndose, de los secretos que guardaban uno del otro. Me despedí de ellos, como cada mañana.
Cogí mo bieja bicicleta, oxidada. Acompañada del sol me dirigí al trabajo
En ese viejo y hermoso edificio. La gente resplandecía de felicidad. Me senté en mi despacho, mirando atraves de la ventana.
Allí estaba bello, y, hoy calmado, mi mar. El sol celoso de nuestro amor, comenzó a jugar como todos los días al escondite con migo.
Su nos interrumpió de nuestro dulce, e inocente juego
- Mar. Estas muy feliz últimamente.
Dijo sonriendo esa, bella persona, de ojos negros. Ya mayor, pero sabia.
Su era sabia como el tiempo. Alegre como las rosas y la mejor mujer que e conocido nunca
- No será por un apuesto pescador?
Asenti, no le podía negar a.nadie lo de Poseidon. Mi rey del mar.
El era la única persona que podía entenderme, que pudiera entender el amor hacia mi.mar. Por que el lo amaba más si podía ser
La tarde llegaba y los gritos de mi mar, llegaban a mis oídos. Tranquilo cariño. Ya voy. Susurava, poniendose celoso el sol
Corrí, como el viento. Hacia el. Hacia ellos.
Poseidon habrío los brazos, yo me tire en ellos. Me cogió como una niña pequeña. Su olor. Su agradable olor, sus ojos, sus tiernos ojos. Era como mi mar
Fuerte. Rudo. Calmado. Agitado. Claro. Con olor a sal, y con el color del mar en sus ojos
Era mi mar en la tierra, mi amado poseidon
Entre sus brazos, comenzamos a jugar con el, introduciéndonos lentamente en sus olas. Que hoy nos esperaban, tranquilas, inertes, claras.
Hoy nuestro már nos había añoraro tanto como yo a el.
Nadamos, sin importarnos el frio, ni la oscuridad.
Íbamos a lo más profundo del océano, buscando pequeños tesoros, que nunca encontrábamos
Pero tampoco nos dábamos por vencidos, y así transcribimos nuestras citas.
Buceando. Introduciéndonos dentro de sus profundidades. Sumerguiendonos. Amandonos ahora los tres.
Mar y poseidon, felices, siempre guntos. Asta la Eternidad.
Unidos por nuestro cupido translúcido. Nuestro már
Cómplice y ladrón de besos. Contemplaba siempre en silencio nuestro amor. Nuestra historia de amor, que iluminaba el faro
Ese faro, grande y blanco, que inbidioba desde lejos, nuestro amor, nuestra complicidad. No poniendo ser participe de nada
Nos vigilaba celoso, desde lejos. Y creeo desde el fondo de mi corazón que nos odiaba.
Poseidon me miró entre las olas, nuestras miradas se hicieron una. Y me regaló un te quiero de burbujas de agua
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sueños
Randomcomo algo tan intenso, como un sentimiento se pueda convertir en algo tan real como el mar