trabajo

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Los rayos del sol acariciaban mi pelo, despertandome de mi profundo sueño. Me susurraba al oído preciosas palabras de amor, que hacían que me levantarán y dejará los brazos de morfeo.

Me levante sigilosamente, dirigiéndome hacia la ventana, contemplando la belleza y la inmensidad de mi amado. Allí estaba el, puro, limpio, esperándome a mi, a su amada.

Con la taza de café intenso, y, negro, me hacerque a el, descalza. Sintiendo la arena en mis pies, introduciéndolos en la orilla.

El se hacercaba y se alegaba de mi, golpeándome dulcemente los pies, como si de caricias se trataban.

Pase lentamente, feliz, sintiendo su amor, dándole mi amor. " buenos días" le susure, "buenos días" me contesto.

Con tristeza en mi voz le tuve que comunicar, que me tenia que ausentar esa mañana, dejándolo sólo, con los pescadores. Era inevitable hausentarme para ir a trabajar.

Pase lentamente, dejando al lado, rudos y fuentes pescadores, arreglando sus redes, para ir gunto a mi mar

Cogí mi bici, alegre, por esas calles luminosas, de ese pequeño pueblo costero.

Los árboles se agitaban dándome los buenos días, la gente del lugar me saludaban, alegres.

Mi corazón se exitaba de puro gozo. Nunca había sido tan feliz.

Llegue a ese edificio, viejo, de barro, hermoso. Donde trabajaría, era feliz en ese cálido lugar.

Entre decidía, sentándome en mi mesa. Contemplando por la ventana, viendo a mi amado a lo lejos. Y esa luz, timida, del sol, me acompañaba toda la mañana, jugando conmigo, apareciendo y escondiéndose detrás de alguna nube.

Así pasamos la mañana mi amiga y yo, jugando a un lento y divertido juego del escondite. Sonriendome cada vez que le atrapaba.

Al terminar el juego, término la gornada. Ilusionada, feliz, baje rápidamente las escaleras. Cogiendo con rapidez mi bicicleta.

Iva lo más rápido que podía, el viento me acariciaba, mi amor me esperaba

Llegue hacia sus brazos, el me esperaba con esa sonrisa. Invitándome a entrar en el. Me descalze y aun vestida, me lanze hacia el

Nadaba entre sus olas, mientras el me acariciaba. Contándome, besandome. Habíamos estado demasiados años separados, no podía vivir sin el. Mi padre, mi madre, mi amigo, mi amor, mi amante, mi compañero. El lo era todo para mi

Me introducía en sus profundidades oscuras, preciosas, amaba cada rincón, cada gota, cada sal.

Extrañe tanto mi sal, mi dulce sal, mi amada sal.

Nade durante horas, asta que me percaté que no estaba sola.

Con quien me engañaba mi amado?

No sabia si hacercarme a esa figura o no, ya que también danzaban como yo. Jugando y amándose.

Pero quien jugaba con mi amigo? Me hacerque tímidamente. Y, allí estaban esos ojos azules cómo los de mi mar

Me miró fijamente, nos miramos fijamente. Quien era ese hombre apuesto que amaba mi mar?

Hablace a mi amado intentando arrebatarlo de el. El me miraba incrédulo. " que haces con mi novia?" me pregunto al ver que lo intentaba alegar de el

Era posible que ubiese alguien que lo amara cómo yo?

No era imposible. Me alege de ese hombre. Volviéndome a introducir entre mi amado. Si realmente lo amaba como yo, podía compartirlo.

En el día de hoy, solo los pescadores y yo, lo acabamos, pero sabia que el tenia mucho amor que dar.

" contesta!!" me Gritaba el apuesto hombre, mientras yo ignoraba su voz. Ahora solo tenia sentidos para mi gran amor.

Volví a sumergirme, a jugar con el. A acariciar sus olas, que tanto extrañe. Suplicandole que me cantará, que me amara. Y así lo hizo

Acunandome, sudurandome al oído palabras de amor, que solo nosotros conocíamos.

Le daba mi futuro, nuestro futuro. Ya que mi infancia nos la habían arrebatado.

También le daba mis sueños, y mi futuro, con manos vacías, ya que yo no poseía nada, y el la majestuosa infinidad.

Era tan pequeña al lado sullo, sintiéndome como una niña pequeña, mimada y querida. Como nunca me habían querido.

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