Confessions.

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Alex.

Vera necesitaba distenderse un poco, y es por eso que acabamos en un bar luego de cenar. Solos.

Pedimos dos margaritas para comenzar. Nos acomodamos en los primeros taburetes que vimos desocupados.

-Canción favorita -le ordené con tono divertido, luego de la segunda margarita.

-¡No me puedes hacer esto! -rió-. Hay tantas...

-¡Vamos! Esa que te hace sentir que eres la única persona en el mundo.

-No, no te lo diré -bebió de un solo trago lo que era su tercer margarita.

-¿Por qué? -fruncí el ceño.

-Porque es mi canción favorita -dijo comportándose como una niñita-. Soy muy celosa con eso de las canciones, ¿sabes?

-¿Ah, sí? ¿Cómo es eso? -me interesé.

-Pues... cuando alguien escucha la misma banda que yo, esa que amo tanto, me pongo muy celosa y, deberías verme, soy otra persona -se echó a reír levemente.

-A mí me gustan muchas bandas que también te gustan a ti y nunca me has hecho tal escena -le dije.

-Bueno, es que no me molesta que a ti te guste la misma música que a mí -confesó.

-¿Y por qué la excepción?

Vera sonrió de lado, con sus hermosos ojos posados en mí. Le llevó unos pocos segundos responder la pregunta que le había hecho.

-No lo sé -encogió sus hombros-. Eres especial, supongo. ¡Hey, tú! Quiero otra margarita -le gritó al bartender.

-Que sean dos -grité también y luego volví a mirarla-. Quiero hablar contigo, Vera.

-Estás hablando conmigo, tonto -sonrió atontada.

-No es suficiente. Quiero desvelarme hablando contigo -solté-. ¿Nunca te has sentido así? Tener la necesidad de hablar con alguien hasta dormirte, solo hablar y hablar.

-¿Está todo bien ahí dentro? -apuntó a mi corazón. ¿Desde cuándo se interesaba por eso?

-Ni preguntes -le di una de mis sonrisas torcidas.

Ella apretó ligeramente sus labios y tomó mi mano.

-¿Me prometes que nos volveremos a ver? -inquirió con cierto toque de extrañeza en su mirada.

-Claro, yo no huiré sin decirte adiós, así que no te preocupes -ironicé.

Vera se mordió el labio y luego soltó una risita de incomodidad. No me agradaba recordarle lo mucho que me dolió cuando ella se fue sin despedirse de mí, pero a veces me gustaba ponerla incómoda. De alguna manera, se podía decir que se lo estaba devolviendo.

-Te quiero, y eso me asusta -confesó, así sin más.

Por más que, lo que sea que sucedía en mi estómago, estaba a punto de salir a volar, mantuve la calma. Aunque si tan solo ella sintiera como mi corazón saltaba de alegría...

-¿Y por qué te debería asustar? -curioseé, lo más calmado que pude.

-Porque nunca dije eso en serio -contestó con sinceridad. Mi mano seguía agarrada a la suya.

Esbocé una sonrisa y ella hizo lo mismo. Sus ojos brillaban, al igual que sus dientes.

-¿Alguna vez pensaste en llamar cuando habías tomado unas cuántas? -dije citando la primer canción de nuestro último álbum, que claramente fue escrita pensando en ella.

-¿A pesar de que no tenía tu número? -rió-. He pensado en buscarte, en regresar a Londres e ir a tu departamento -prosiguió.

-¿Por qué no hiciste eso, Vera? -cuestioné, un poco decepcionado. Si ella lo hubiera hecho, las cosas serían diferentes. Muy diferentes.

-¿Qué sentido tenía? Encontrarte ahí con otra mujer que no fuera yo -soltó mi mano y bebió de un sorbo el contenido de la copa que sin darnos cuenta, el bartender deposito ahí-. No valía la pena.

-Lo único que me detenía al pensar en viajar hasta aquí y averiguar dónde vivías, fue el hecho de que no hayas dicho adiós. Supongo que querías que todo eso que había se acabara definitivamente -encendí un cigarrillo y le di una pequeña calada.

-Y aquí estamos... -levantó las manos.

-Y aquí estamos -repetí mirándola a los ojos.

-Me alegra de haber ido a ese casamiento -comentó.

Estaba a punto de contestarle, cuando llegó un chico alto, rubio, con cabello corto, ancho de hombros y ojos claros. Se acercó a ella.

-¡Vera Aldrich! -exclamó el desconocido.

Ella lo contempló por unos largos segundos, evidentemente, descifrando quién era.

-Derek -pronunció sin mucho énfasis al reconocerlo.

-Oye, ¿qué haces aquí? ¿Quieres tomar algunas copas conmigo? -arrastró un poco las palabras, por lo visto, el muchacho ya estaba algo pasado de alcohol. Además tenía un acento raro.

-No, no, estoy aquí con... -me apuntó, pero el tal Derek ni siquiera le dejó que terminara la frase.

-Bien, cervezas, tú bebías cervezas -sonrió-. ¿Ves? Lo recuerdo perfectamente -se aproximó a la barra y comenzó a gritarle al bartender.

-Derek, detente. Yo... -balbuceó Vera.

-Ella está conmigo -le informé, cortando lo que ella iba a decir-. Y para que veas ya estaba bebiendo. Conmigo -enfaticé.

-¿Quién eres tú? -me observó con sus párpados caídos.

-Soy su...

-Mi novio -me interrumpió Vera-. Alex.

La expresión de Derek decayó. Estaba desilusionado, y lo entiendo, yo también me sentiría igual si estuviera en sus zapatos. ¿Quién no desea una mujer como ella?

-No lo sabía, lo siento -extendió su mano y la estreché-. Soy Derek Müller, su ex novio -sonrió. Él era alemán, tal vez, eso explicaba su apariencia.

-Mucho gusto -dije amablemente.

-Lo mismo digo. Bueno, ya me voy, no quiero a molestar más -nos explicó-. Buenas noches.

-Adiós -dijimos al unísono Vera y yo.

Cuando por fin se había ido, Vera suspiró profundamente. Con alivio.

-Él es muy divertido -me contó-. Pero estaba muy enamorado, y yo no sentía nada. No puedes imaginarte cuánto lloró el día que rompimos.

-Parece agradable -comenté.

Asintió, dándome a entender que lo era en verdad.

-Creo que es hora de ir a dormir -ordenó.

-Bien -me puse de pie.

En cuanto pagamos la cuenta, nos dirigimos a la casa para poder descansar. Mañana nos tocaba un día intenso y la temida despedida ya se acercaba.

Al menos esta vez habría despedida. No pensaba en irme de York sin que Vera sepa lo enamorado que estoy de ella.

Se lo quería gritar en la cara. También quería que ella se sintiera igual con respecto a mí. Al menos así tendría la garantía de que volvería a verla pronto. Y con suerte, esa estupidez de solo amigos se iría a la basura. Porque estaba decidido: o sería su novio o no sería nada en su vida.


Crawling Back To You [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora