Está bien, ella no era precisamente una mujer tranquila. Pero ¿cómo quieren que no reaccione mal al ver pintalabios rosa en la camisa de su esposo que acababa de llegar de una misión?. El susodicho estaba en estos momentos duchándose y ella había recogido la ropa que él había tirado en el suelo descubriendo la pista del delito.
Pero... por qué Sasuke sería capaz de... Y con Hinata...
O sí, porque la dueña del pintalabios rosa y la que fue compañera en la misión de su marido no era nadie más que la esposa del Hokage.
Y es que si lo pensaba con más detenimiento... Ellos salían a misiones juntos. Desde que Naruto descubrió que juntando las habilidades del clan Hyūga con las de un Uchiha podía tener potenciales resultados en misiones peligrosas esos dos se habían transformado en un buen dúo.
–Naruto... –Susurró sintiendo pena por él. Porque sabía que él se moriría al enterarse de todo aquello.
Está bien. Cálmate. Seguro el hombre con el que habías compartido nupcias tendría una buena explicación para aquello. No había razón para sacar conclusiones tan rápidamente.
Caminó hasta el lavadero donde dejó la ropa sucia en la lavadora. Aquella recibida como regalo de bodas por ellos: Los Uzumaki. Sonrió intentando olvidar aquel bichito de la duda que no dejaba de atormentarla. Sasuke era su esposo, él la amaba. A ella, a nadie más.
El pelinegro salió de la ducha y se dirigió hasta su habitación. Sakura ya había hecho el almuerzo y decidió poner la mesa por el momento. Ya tendría tiempo de encararlo como se debía.
Cuando él bajó ya con ropa más cómoda su mujer estaba sirviendo en los platos la comida. Ella era igual a su madre. Sakura siempre había estado ahí para él. Agradecía a todos los dioses cada día porque su amor haya sido incapaz de olvidarlo a pesar de todo.
–Sakura. –La llamó. Su voz era grave. Sakura sabía lo que significaba aquello. Había estado una semana en la misión que Naruto le había encomendado que sentía que moriría si no tenía a su mujer ahora mismo.
Pero para su sorpresa, la mujer en frente siguió con lo suyo ignorándolo completamente.
.
Desde aquel día la notó algo más distante y él no tenía idea de qué podría estarle afectando tanto. Es más, había encargado flores a Ino para que se las dejara en su oficina del hospital pero lo único que recibía de respuesta era una mirada triste. Y Sasuke no se caracterizaba precisamente por tener un don de hablar, de hecho era todo lo contrario y por esto mismo no se permitía cuestionar su accionar.
Aquella triste mirada que percibía de sus ojos color jade se transformaba a una de ira cuando él se le acercaba con otras intenciones. Demonios, era un hombre. Necesitaba a su mujer. La necesitaba tanto como aquella noche antes de salir a su última misión.
Por ahora no entraremos en detalles, pero diremos que aquella noche no durmieron. Por esa razón tuvo ojeras al día siguiente y hasta su compañera lo había notado.
Estaba frustrado. Y cuando Naruto lo notó se burló de él. Solo pudo mirarlo con odio.
–Vamos teme, que las mujeres tienen sus días... –Le decía con burla. –Agradezco tanto que Hinata-chan nunca me hace algo como eso...
Sakura era de humor cambiante, pero últimamente era demasiado.
Después de dos semanas sin sexo había salido a caminar. Necesitaba despejar la mente.
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Malentendidos [SasuSaku] [NaruHina]
FanfictionADV: Lemon, +18 Está bien, ella no era precisamente una mujer tranquila. Pero ¿cómo quieren que no reaccione mal al ver pintalabios rosa en la camisa de su esposo que acababa de llegar de una misión?