La calidez del corazón de Uzumaki Naruto duró bastante poco a decir verdad. Hinata se había enojado con él y después de aquello se retiró a su habitación. Él la había seguido, pero ella le pidió que no le hablase por ahora.
Lo sabía. Estaba recibiendo su castigo, el que merecía.
Agarró fuerte sus cabellos revolviéndolos desesperadamente. Había sido un tonto. Quería aclarar las cosas con su mujer y que ella entendiese y le explicase sobre ese collar. Ya que, no era normal que algún hombre diferente a tu esposo le regale cosas a una mujer y menos un collar con aquella gema que de seguro debía de costar mucho dinero.
Agarró el mango de la puerta pero su mujer astutamente y cautelosa como era había cerrado con pestillo la habitación matrimonial. Como no era alguien de carácter paciente, salió al patio de su casa y trepó hasta el balcón que poseían. A diferencia de la puerta, no estaba cerrado y agradeció a todos los dioses por ello. Dentro de la habitación no se encontraba su mujer, no fue hasta que sintió el agua de la ducha correr que supo que ella estaba tomando un baño.
Rápido y sin esperar más tiempo abrió la puerta del baño atrapando a su mujer totalmente desnuda y mirándolo asombrada por su intromisión. Ella estaba a punto de quejarse pero fue presa de sus brazos fuertes que la rodearon en un segundo y un beso apasionado que demostraba todo su amor por ella.
–¡No! –Intentó forcejear. Realmente no quería tenerlo a su lado. No en esos momentos.
Pero bastaron unos segundos más para que sintiese como perdía fuerza ante aquel hombre. ¡No podía estar enojada con él! Mucho menos si él la abrazaba con aquella fuerza y pasión que la hacían sentir tan protegida y amada.
–Hinata, perdóname. –La voz de Naruto había sonado totalmente grave por el deseo.
Ella no podía evitar sentirse más mujer al saber que solo con su presencia causaba tal grado de deseo en ese hombre al que siempre amó y admiró. Recordó entonces que el agua seguía corriendo y probablemente la bañera estaba ya llena de agua. Así era, unos momentos más y el agua habría caído desbordándose completamente empapando todo a su paso.
Entró en la bañera invitando silenciosamente al rubio con su mirada. El hombre, no vaciló y retiró toda prenda que traía puesta.
Se amaron una vez más y luego de quedar satisfechos salieron del baño que quedó completamente empapado de todas formas. Está de más decir que fue por el vaivén de sus movimientos. Una vez vestidos los dos amantes se recostaron en la cama matrimonial abrazados. Ella se separó solo para colocarse el collar de nuevo.
Ahí estaba la prueba de todos sus males, el maldito collar.
–Hinata... –Le llamó acariciando los cabellos azulados de la mujer.
–¿Hmm? –Contestó tranquila.
–Sé que Sasuke te dio ese collar. –Hinata no necesitó que su esposo le dijera nada más para comprender a lo que iba aquella frase.
–Él no lo hizo.
–Los vi. –Ella encaró su mirada. –Ayer, cuando se abrazaron él te pasó algo. Sé que él fue.
Por fin Hinata comprendía todo y rio tranquila. Naruto solo le prestó más atención.
–Con Sasuke-kun estábamos cambiando collares. Él no me lo dio.
–¿Entonces...?
–Nuestra última misión fue cuidar a uno de los tantos Señores Feudales que hay ¿no? –Esperó hasta que su marido asintiera dándole la razón. –Fue entremedio de la misión que unos vándalos nos atacaron y como buen equipo que fuimos pudimos derrotar a esos hombres malos. El Señor Feudal como agradecimiento nos dio un collar a cada uno.
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Malentendidos [SasuSaku] [NaruHina]
FanfictionADV: Lemon, +18 Está bien, ella no era precisamente una mujer tranquila. Pero ¿cómo quieren que no reaccione mal al ver pintalabios rosa en la camisa de su esposo que acababa de llegar de una misión?