Sintió la puerta de la casa cerrarse. Sasuke había salido. Había pasado una semana desde que su marido había llegado con una mancha de pintalabios rosa en su camisa y nada parecía solucionarse.
De hecho, había querido encararlo. De verdad que sí. Pero le fue imposible, ¿Por qué?
Porque lo amaba.
Sí, lo amaba locamente como una idiota. Tanto que aunque él le dijese que todo era verdad y tenía un amorío con Hinata ella no podría ser capaz de odiarlo, ni de dejarlo mucho menos. Lágrimas comenzaban a salir al sentirse así. No era capaz de encararlo y perderlo. No de nuevo.
Él, desde hace una semana le había dejado flores en su oficina y aunque todas las enfermeras le envidiaban por tener un esposo como él, Sakura se sentía peor al sospechar que probablemente Sasuke sabía que ella era consciente de su infidelidad y de alguna manera esas flores eran una petición de mantener discreción con el tema. Había arrojado al suelo las flores. Las lágrimas salían de sus ojos de nuevo, en un momento vio a su amiga Ino entrar y encontrarla haciendo tal espectáculo que sintió que moriría de vergüenza.
–Sakura, ¡qué haces! –La rubia entró y la abrazó quitándole el maltratado ramo de antes bellas flores que no tenían la culpa de nada de lo que le estaba pasando.
–Me engaña Ino... –Confesó con las mejillas coloradas de vergüenza y tristeza.
–¡Quién!
–Sasuke-kun.
Ino quedó impactada con la confesión de su amiga. Había notado que desde hace una semana exactamente había comenzado con cambios bruscos de humor. Más bruscos que antes o normalmente.
–Sakura, ¿cómo sabes aquello...? –No comprendía nada.
–Solo lo sé Ino... –Decía entre sollozos.
–Pero, sabes con quién puede-
–Con Hinata. –Hipó interrumpiéndola.
Un silencio las rodeó para después sentir las carcajadas de su mejor amiga y rival.
–¿Escuchas siquiera lo que dices? –Su amiga le limpió las lágrimas sonriéndole en todo momento. –Sakura has estado actuando algo extraña últimamente.
–¡Ino! –Le regañó quitándose las manos compasivas de la Yamanaka sobre su cara. –Sé lo que digo.
–¿Has hablado con él? –La mirada de Sakura bajó. –No tienes pruebas... Además Hinata... ¿de dónde sacaste aquella idea?
Por un momento quiso darle el favor a Ino, pero no podía evitar sentir aquello. Sus sentimientos estaban intensificados y si sentía tristeza esta era como multiplicarla por mil. Era realmente como estar en esos días pero sin estarlo realmente. Hablaría con Naruto. Quizás él la convencería de que todo era un simple malentendido.
Esperaba que así fuera.
.
Y apenas salió a su almuerzo sus pasos apresurados se dirigieron a la Torre Hokage. Se encontró con Shikamaru, el que salía en dirección a su hogar para almorzar probablemente con su esposa Temari, la que estaba con tres meses de embarazo. Lo saludó al paso y siguió su camino.
–Pasa, Sakura-chan.
Ella entró encontrándolo con una sonrisa sincera. Hace algunos días que no lo veía. Cosas de trabajo nada más. Sakura sonrió nostálgica, quién diría que aquel hombre rubio sentado en el puesto de Hokage era el mismo niño tonto e hiperactivo que rayaba las caras de los Hokages solo por llamar la atención.
–He venido a conversar contigo. –Dijo segura, tanto que aquello lo intrigó con demasía.
–Seguro. ¿Te parece si vamos a comer? –Propuso rascándose una mejilla. –Es mi hora de almuerzo y hoy Hinata estaba en una reunión con el clan Hyūga. –Para el rubio no pasó de ser percibida la reacción de su amiga con el nombre de su esposa.
–Vamos.
Llegaron a Ichiraku y mientras esperaban por su orden Sakura tomó aire dándose ánimos de confesar lo que la acomplejaba esos días.
–Naruto... Yo he tenido problemas con Sasuke-kun. –El rubio comprendió que esto tenía que ver con la abstinencia sexual que reflejaba el rostro de su amigo a simple vista para él.
–Entiendo. ¿De qué trata todo esto? –Preguntó sincero.
–Yo... Sospecho que... Él y Hinata... –Demonios, esto era realmente difícil. Miró la cara de incomprensión que formaba el rostro de su amigo, tomó aire por última vez y lo soltó de topetón. –Que ellos tienen una relación secreta.
Cerró sus ojos sintiéndose liberada. Lo había hecho. Ya todo estaba dicho. Pasó quizás demasiado tiempo con los ojos cerrados que al abrirlos creyó que Naruto ya no estaba. Pero estaba ahí, mirándola con la boca abierta y sin comprender sus palabras. Lo sabía Naruto no sería capaz de soportar aquello. Se sintió muy mal por eso, pero era mejor decir la verdad por sobre todo.
–¿Qué? –Solo pudo exigir.
–V-Verás... Cuando Sasuke-kun llegó de su misión con ella tenía en su ropa una marca del pintalabios de ella y yo...
Se obligó a callar. Naruto miraba al suelo, al parecer estaba procesando la información dada. La nueva camarera del local que de tan popular que se había vuelto se vio obligado a expandirse y contratar más personal, llegaba con sus platos con ramen. Luego de que ella se fuera el rubio levantó la mirada determinado.
–Imposible.
–Naruto, entiendo que tú la ames, pero-
–No es solo eso, el teme te ama. Sakura-chan no puedes dudar de su amor. Además Hinata... No sería capaz de aquello, la conozco y la amo. Confío plenamente en ella.
La seguridad en los ojos azules del rubio le dio la ansiada paz que esperaba su alma. Se sintió horrible, había sospechado que ellos tenían una relación. ¡Qué le pasaba! Definitivamente todo se trataba de un error, sonrió tranquila.
¡Estaba decidida! Hablaría con él por la noche, cuando ella volviese a su casa y dejaría atrás aquellas dudas tontas.
Posteriormente, al terminar la comida caminarían juntos hasta separarse en dirección a sus respectivos trabajos. Pero al final de la calle vieron claramente a Hinata junto a Sasuke. Y mientras Naruto alzaba su brazo para llamar la atención de los morenos fueron testigos de un abrazo muy cariñoso por parte de ellos, este abrazo había durado más de lo debido y demostraba mucho afecto. Más de lo que la tímida Hinata y el serio Uchiha acostumbraban a demostrar con otras personas.
El Hokage se congeló totalmente y Sakura solo pudo notar cómo todo se volvía negro.
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Malentendidos [SasuSaku] [NaruHina]
FanficADV: Lemon, +18 Está bien, ella no era precisamente una mujer tranquila. Pero ¿cómo quieren que no reaccione mal al ver pintalabios rosa en la camisa de su esposo que acababa de llegar de una misión?