Adorablemente...¡¿Pervertido?! {Kim Taehyung | V}

Capítulo 6: ¿Me...confundes?

Después de mi primera "ajetreada" semana en mi nueva ciudad, las cosas parecían irse estabilizando.

Ya llevaba más de mes y medio en Seúl, y por lo tanto, ya había empezado las clases.

No se hicieron tan difíciles e incriptables como creí. No hablaba ni entendía a la perfección el coreano, así que más de un profesor amable, intentaba explicar las cosas un poco más despacio para poder irme adaptando bien.

El encontronazo con Taehyung no había condicionado mi forma de vida, ni mucho menos.

No sabía de él desde aquel día que me perdí.

Maya me mató a preguntas sobre eso, pero siempre intentaba evadir el tema como podía.

La verdad, podría decirse que nos hicimos buenas amigas.

Eran las dos del medio día y me encontraba en el césped de la universidad esperando a May para comer.

Su edificio quedaba justo en frente de el mío, así que intentábamos pasar el máximo tiempo juntas.

Día sí y día también venía a picar a mi puerta para marcharnos juntas, e incluso muchas veces, como era muy tardona, traía pastelitos del market de abajo para comerlos por el camino.

—Hey!—saludó Mayára, sentándose a mi lado mientras me daba un beso en la mejilla.

—Hola—le sonreí.

—¿Qué tal la mañana?—sacó de su mochila dos tapers dobles con carne de cerdo, lechuga y pimientos.

—Como siempre—contesté cogiendo uno—hablando de átomos, partículas y circuitos, eso es todo.

—Pues te traigo noticias—cambió rotundamente de tema.

—¿Qué salseo me traes hoy?—Reí mientras sacaba mis palillos.

May enarcó las cejas e hizo una mueca.

—A que no sabes quién se ha apuntado hoy a mi clase de matemáticas aplicadas.

—Obviamente, no.

—Agárrate fuerte.—Suspiro—Taehyung.

Eh.

¿Qué?

—¿Perdón? Creo que no te he escuchado bien. ¿Has dicho Taehyung? ¿El Taehyung que conozco...?—pregunto desconcertada.

Ni siquiera sabía que ese chico seguía estudiando.

Y menos estando en una clase de matemática aplicada.

—Síp, ese mismo Taehyung—dijo metiéndose en la boca un trozo de pimiento—estoy igual de sorprendida que tú.

—Pues buena suerte, May. Difícilmente se podrá avanzar en tu clase con él dentro.

Todos lo sabíamos.

No era un chico normal, era un idol.

-

Después de comer me dirigí a las clases extras para extranjeros.

Éramos unos veintinueve alumnos.

Algunos procedían de Asia, otros de América, otros de mi país y había alguno que otro nórdico.

Ahí conocí a Pamela y a Xena.

Pam tenía veinte años y provenía de Liverpool. Estaba estudiando una rama parecía a la mía, aunque aún no sabría decir bien cual.

Xena tenía diecinueve, era completamente coreana, solo que se había criado en Noruega y su familia ni siquiera se molestó en enseñarle sus raíces, así que tuvo que aprender y descubrir todo sola.