Tiempo presente, 2011.El inicio de clases en la Academia siempre era el mismo día; una anticuada y repetitiva tradición, implementada por Lester Tomlinson desde la primera generación de estudiantes.
Era raro que en Septiembre lloviese, pero bueno, era Londres. Siempre llovía en los momentos más inesperados.
Aquella mañana, el cielo se encontraba oscuro, con nubes de tonos azulados, dispersadas a todo lo largo y ancho. Las pesadas gotas golpeaban con fuerza contra los cristales de las ventanas en cada edificio de dormitorios, el repiqueteo constante servía de arrullo para unos y como alarma para otros. Eran las seis de la mañana, y aunque las clases para algunos no comenzaban hasta las siete, gran parte del alumnado ya se encontraba fuera del complejo de dormitorios, con un paraguas en la mano y la mochila sobre la espalda, caminando todo el camino hasta la sección escolar de la Academia.
Louis se encontraba durmiendo plácidamente boca abajo, con uno de sus brazos reposando sobre la almohada. Sus apacibles respiraciones se vieron interrumpidas por una fuerte sacudida.
''Louis...Louis....''
El ojiazul se encontraba soñando con un concierto clandestino de Green Day en un pub cercano a la academia. Por supuesto que no quería despertar.
''¡Louis!'' insistió la voz.
''¿Qué carajos te he dicho sobre despertarme, Stan?'' gruñó Louis sin abrir los ojos, despertando de golpe.
''Hubo un error en los horarios, cambiaron la clase de las nueve a la de las siete. ¡Faltan veinte minutos!'' dijo el pelinegro.
''¡Carajo!'' chilló el castaño, saltando como un resorte de la cama y echando a correr hasta el baño.
''Yo prepararé tu unif—''
''¡No toques mis cosas!'' gritó el otro, ya con la ducha encendida.
Luego de tres años y medio de vivir juntos en aquel dormitorio, Louis y Stan habían formado una amistad (para gran sorpresa de Stan). Incluso, Louis le prestaba algunos CD's a cambio de que Stan le prestase juegos para jugar en el XBOX de la sala recreativa. Louis no era de hablar mucho, pero cuando lo hacía, Stan realmente se entretenía: Louis era una persona muy interesante, sabía muchas cosas. Era gracioso, y letalmente sarcástico. Cualquiera lo encontraría molesto, pero para Stan, aquello era algo más que hacía a Louis un buen compañero de cuarto.
Pero aún así Louis seguía siendo Louis, y no dejaba que nadie se acercara a sus cosas.
Así que uno podría decir que se toleraban, y se agradaba lo suficiente como para no odiarse. Pero aún así, Louis continuaba gustando de estar solo y perderse en su mundo. Y a Stan, aquello no le importaba.
* * *
Louis y Stan caminaban por los pasillos de mármol, con los zapatos chirriando a cada paso que daban. El agua de lluvia que les humedecía la ropa y les empapaba el cabello, resbalaba ocasionalmente en pequeñas gotas por las facciones de sus rostros.
''Lou—''
''Eres un maldito idiota'' escupió el ojiazul, subiendo las escaleras bien agarrado al barandal, pendiente de no resbalar y caer debido a sus zapatos mojados. ''¿A quién carajo se le vuela un puto paraguas? ¿¡A quién Stan?''
''¿A las niñeras de Mary Poppins?''
El par había salido de los dormitorios como alma que lleva el diablo, siendo sorprendidos por la fresca brisa, ahora convertida en fuertes ventarrones debido a la tormenta que se desataba más al pasar de los minutos. Y solo basto a un muy torpe Stan y una ráfaga de viento lo suficientemente fuerte como para torcer aquel paraguas y mandarle muy lejos de allí.
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𝙿𝚘𝚒𝚗𝚝𝚕𝚎𝚜𝚜 | Libro #1| Larry Stylinson
Teen FictionLouis Tomlinson puede ser todo menos amable. No es amigable, simpático, afable ni ningún adjetivo positivo que se te pueda ocurrir para describir a una persona. Es sarcástico, cerrado, indiferente y algo narcisista. Introvertido, se ocupa solamente...