Capítulo 8.

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Ahí estaba Kibum en la cama, despertar solo en esa fría habitación ya le era normal, ya que sabía que en esos últimos días Dongwoon estaba distante, "quizás tenga mucho trabajo" pensaba cada que pasaba algo así; Dongwoon no se molestaba siquiera en despedirse o al menos despertarlo, en cierta parte le agradaba, ya que podía quedarse dormido hasta que quería, no tenía que levantarse temprano a prepararle él desayuno al alto, como ese día que con pesadez se levantó de la cama, notando de inmediato el cesto de la ropa sucia tenía ya bastantes prendas en su interior...

Sin ganas se levanto de la gran cama, definitivamente ese día debía lavar la ropa, tomo el cesto y así en pijama como estaba bajo y se adentró al cuarto de lavado pensando en que podría desayunar y que prepararía para comer cuando el mayor llegara de su trabajo...
Sin prestar atención y no dándose cuenta tomo algunas prendas de su novio para meterlas a la lavadora notando de pronto un extraño aroma frutal que hizo a Kibum olfatear la prenda, tras unos segundos de meditar sobre ese extraño olor dio por definitivo que era un perfume de mujer, no quería creerlo pues su mente simple y sencillamente se negaba a la idea de que Dongwoon le engañaba "él no lo haría" pensaba mirando la camisa; extendió la prenda entre sus manos y lo vio... Todo estaba tan claro como el agua, el cuello de la camisa tenia marcas de labial... Labial rojo...
Kibum arrojo la prenda al suelo y se dispuso a checar las demás camisas del alto, todas y cada de las prendas sucias tenían ese aroma femenino y las marcas rojizas de labial barato de la zorra con la que le estaba engañando...
El enojó de sentirse pisoteado, las ganas de gritar, la decepción, la impotencia de sentirse usado se juntaron en su cuerpo y las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, Dongwoon le engañaba y él ni siquiera se había dado cuenta... Era tan tonto que nunca le habría cruzado por la mente la idea de que el alto tenia una amante... Una maldita zorra que quizás era quien le metía las tontas ideas de que él era el que fallaba en esa relación que tenían...
Las pruebas eran claras, Dongwoon le engañaba y de manera descarada, pues siquiera tenía la delicadeza de haber limpiado el labial de la zorra de su amante, pero no era así...
"Al menos tienes una razón para dejarlo" decía en voz apenas audible, mordiendo su labio, para intentar que las lágrimas ya no bajaran por sus mejillas "no seas tonto, no tienes a nadie, estas solo ¿qué vas a hacer sin él... Dongwoon tiene razón, no vales nada Kibum" se reprochaba mentalmente, sin poder dejar de llorar "Podrías trabajar, ya tienes una carrera... No seas tonto Kibum, no sabes hacer nada" continuaba peleando, no sabía que hacer...

Había perdido la noción del tiempo que llevaba en el cuarto de lavado llorando y gimoteando de dolor, de decepción, de impotencia, al escuchar el sonido de la puerta principal al ser abierta, tomo una prenda y se armó de valor para encarar al alto, quien miraba con detenimiento la casa, todo estaba sucio, dejo su saco en un sofá como siempre esperando ver la presencia del rubio, notando segundos después salía y se paraba en frente suyo aun con su pijama, los ojos rojos y llenos de lágrimas.
-¡¿Crees que soy idiota?! - Kibum arrojó la prenda contra los pies de su novio totalmente enojado -¡¿Desde hace cuánto tiempo que tienes a tu puta?! - espeto dejando que algunas lágrimas bajaran por sus mejillas.
Mientras tanto Dongwoon solo arqueo una ceja y soltó suaves risillas burlonas.
-Por favor Kibum, tu eres peor que una puta y me vienes a reclamar por esto - señaló la prenda en el suelo riendo aún más fuerte.
-¡Es que no lo entiendes imbécil! Nunca, ¡NUNCA! Te he sido infiel, me tienes encerrado en esta maldita casa, día y noche la paso aquí dentro... ¿Y sabes qué? Estoy harto de todo esto, estoy harto de tus golpes, estoy harto de que me trates como si fuera basura, estoy harto de todo... ¡De todo Dongwoon!

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Con bastante pesadez se despertó, notando de inmediato un olor que a pesar de que no le agradaba ya reconocía bastante bien...
-¡Oh! Kibum despertaste... - se acercó a su lado Minho sonriéndole como siempre lo hacía mientras se sentaba en la camilla doliéndose de inmediato de todo el cuerpo.
-¿Qué paso? - interrogo mirando sus muñecas tenían grandes marcas moradas.
-Eso debería preguntar yo, no tu Kibum... - soltó un largo suspiro y se dedicó a llenar los papeles para que el rubio pudiera salir del hospital, y fuera a casa, donde probablemente no podría descansar.
-Minho... - hablo en voz apenas audible levantando un poco la mirada, reincorporándose en la camilla donde estaba -¿Me puedes llevar a casa? No quiero ir solo...
-Por supuesto Kibum, no creas que iba a dejar que te fueras sólo, deja término de llenar estos documentos, pasamos por tus medicamentos para el dolor y la inflamación y de ahí te paso a dejar a tu casa... - le sonrió al rubio y suspiro ya no preguntando sobre lo que había pasado, sabiendo que quizás de nuevo se echaría la culpa y simplemente no le diría, minutos más tarde tras hacer lo que le había explicado al rubio lo dejó en la puerta de la casa donde vivía, dándole algunas instrucciones, instrucciones que sabía que Kibum no seguiría...

Un día, dos días ya no sabia cuanto tiempo llevaba sentado en el sofá, sin comer absolutamente nada, lo único que ingería eran los medicamentos que Minho le había dado, los recuerdos llegaron a su mente, recordando exactamente lo que había pasado esa noche, los golpes, los gritos, la humillación por la que le hacia pasar Dongwoon, una vez que el efecto de la medicina se le había pasado, se detuvo a mirar todo el lugar con detenimiento, todo seguía igual, la camisa de Dongwoon en el suelo, algunas cosas rotas...
De nuevo estaba solo en las cuatro paredes de esa casa... Las lágrimas continuaban bajando por sus mejillas, el cuerpo entero le dolía, ya ni siquiera tenía más pastillas para mermar ese dolor punzante en su cabeza, necesitaba algo... Algo para olvidar todo...
La puerta sonó e hizo que saliera de su ensoñación, en donde no sufría, donde nadie le lastimaba; sin ganas se levantó del sofá y camino a ésta, abriéndola y mirando a su vecino ahí parado, notando la hermosa y brillante sonrisa desaparecía de sus carnosos labios dando paso a una angustia...

-Kibum... Dime que esto no fue por el beso... - cuestiono adentrándose al lugar completamente preocupado por el rubio, notando que mientras él daba un paso hacia el cuerpo delgado del chico, éste daba dos hacia atrás intentado que no se le acercase.
-Vete... ¡Jonghyun lárgate! - tomo algunas almohadas y se las comenzó a lanzar dejando salir aun una mayor cantidad de lágrimas.
-Kibum, solo dime que esto no fue culpa mía, que no fue por mi imprudencia - se acercó al rubio y en un hábil movimiento le abrazo sintiendo el cuerpo del menor removerse a causa de los espasmos que le causaba su llanto.
Kibum se había afianzado a su polera la cual arrugaba entre sus dedos, de igual manera sus lágrimas mojaban ésta, y sus piernas perdían fuerza cayendo ambos al suelo alfombrado, sin dejar Jonghyun de abrazar a Kibum y acariciar su espalda con suavidad.
-Es mi culpa... - hipeaba entre el llanto -Todo es mi culpa... - susurraba sin poder dejar de llorar, sin poder separase de ese musculoso cuerpo, ese cuerpo que le transmitía paz, esos brazos que lo rodeaban cariñosamente y lo reconfortaban, esa masculina fragancia que se colaba por su nariz y se quedaba impregnada en su memoria, todo Jonghyun tenia algo que le hacia sentir bien...
-Nada de esto es tu culpa... - le separo un poco y acuno el fino y ahora rojizo rostro con sus manos, limpiando las lágrimas que bajaban por sus mejillas con suavidad con sus pulgares.
Kibum colocó sus manos sobre las contrarias y fue ahí donde Jonghyun se dio cuenta que sus muñecas tenían grandes moretones, al igual que su cuello y brazos.
-Escucha Kibum, solo dime que esto no fue por mi culpa, que no fue por ese beso que te di... Solo dilo... Por favor...
-N-no... - susurro negando con la cabeza mientras bajaba la mirada al suelo -Dongwoon... Él... - de nuevo las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas, libero su rostro de las manos contrarias y le abrazo pegando la frente en el pecho de su vecino volviendo a llorar con fuerza -Dongwoon me engaña... - susurro por fin liberando gran parte del nudo que tenía en su garganta.
Ninguno se había percatado de la posición en que estaban, Kibum abrazándose del torso de Jonghyun como si de eso dependiera su vida, ambos en el suelo, arrodillados uno frente al otro; por su lado, el peli grisáceo suspiraba reconfortando o al menos intentando hacerlo, sus manos daban pequeños masajes en la delgada espalda, mordió con fuerza su labio, no soportaba la idea de seguir viendo así de mal al rubio, tan necesitado de amor... Tan desecho y tras pensarlo un poco se decidió a hablar...
-Vamos... Kibum vámonos de aquí... No puedo dejar que sigas viviendo con ese tipo, yo te llevare lejos, en un lugar donde no pueda volver a tocarte, no pueda volver a lastimarte...

Key's sick [JongKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora