Capítulo 2.

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~Kibum~

Se encontraba terminando de hacer las compras de la pocas cosas que necesitaba su alacena "¿Porqué no podía olvidar a ese chico con ojos de cachorro? ¿Porqué se sentía así?" las preguntas comenzaban a llegar a su mente una por una buscando de inmediato alguna respuesta, respuesta que no encontraba por mas que buscará en sus pensamientos...
Al llegar a la casa donde vivía con su novio Dongwoon, entró de manera lenta soltando un suspiro y quitándose las gafas de sol y el sobrero que usaba, dejando ambos en la mesa que estaba a un lado de la puerta, suspiró y se giro quedando en completo shock pues Dongwoon le miraba con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
-Dong... - susurro bajando la mirada -Creí que llegarías más tarde, enseguida preparo la comida... - bajo la mirada con miedo...
-¿Te fuiste de zorra como siempre lo haces cuando me voy al trabajo? - se acerco al rubio tomándolo con fuerza de la quijada para que le viera a los ojos.
-No, Dongwoon no es así, solo fui por un poco de mandado la alacena y el refrigerador se están vaciando...
-Si claro ¿y por eso te vistes así para ver al vecino? - apretó el agarre en la quijada del menor.
-Solo fue coincidencia que lo haya encontrado... Dongwoon me lástimas - susurro llevando una mano a la que le sujetaba con fuerza.
-Mira Kibum hoy no quiero discutir, acabo de llegar del trabajo, estoy muy estresado y necesito relajarme así que imagina lo que quiero cariño - el alto se acerco al menor dejando un beso en su cuello, hizo dejara las bolsas con las compras en el suelo y lo recostó en el sofá despojándolo de su pantalón y ropa interior, abriendo su cierre y sacando su miembro para adentrarse en su novio comenzando a penetrarlo con fuerza y sin compasión o algún rastro de querer que al rubio no le doliese.
Minutos después de haber terminado su habitual sexo donde solo él disfrutaba, salió del menor y subió a su recamara a ducharse.
-Cuando baje quiero la comida ya echa y deja de llorar si estas acostumbrado a que todos te la metan...

Con pesadez Kibum se levanto del sofá doliéndose del trasero como cada vez que Dongwoon le obligaba a tener relaciones con él, al llegar al baño se lavo la cara para eliminar los rastros de lágrimas y se arreglo la ropa, tenia suerte de que su novio usara siempre condón así no tendría que preocuparse por limpiar sus piernas o sentir asco de que el alto lo tomara cada que quisiera.
Se encontraba en la cocina sirviendo la cena en dos platos uno para él y el otro para su novio, dejó los platos sobre la mesa y sirvió en una copa un poco de vino para el alto y en un vaso para él zumo de naranja.
Ambos comía en total silencio Kibum mirándole de reojo y volviendo su vista a su plato soltado un largo suspiro.
-¡¿Qué tanto me vez?! - habló en voz alta asustado al menor quien negó con la cabeza sintiendo su quijada temblar.
Al terminar su cena Dongwoon se fue directo a la recamara sin hacer realmente nada, dejando a su novio que limpiara y ordenara el solo.
Minutos después subió a la recamara que compartía con el alto, tomando su pijama holgado, ropa interior limpia y una toalla, adentrándose al baño bajo la atenta mirada de Dongwoon.
Se desnudo mirando su piel lucia bastantes hematomas pequeños, algunos un tanto rojizos y otros morados, odiaba el ser tan débil y no poder dejar a Dongwoon, estaba por cumplir los 25 años, se suponía que se había escapado de su casa junto al "amor de su vida", pero no era nada parecido a lo que alguna vez imagino que sería estar a su lado, jamas había siquiera buscado algún trabajo desde que término su carrera, pues Dongwoon no lo dejaba, tenía todo y a la vez no tenia absolutamente nada...
Tras casi media hora salio ya limpio del baño, seco su cabello ahora rubio con la toalla, humecto su piel, apagando la luz para después recostarse en la cama junto a su novio quien le abrazo con posesión por la cadera.
-Me gusto el color de tu cabello... - esos simples actos, esas simples palabras bastaban para que su corazón y su mente olvidaran todos los desplantes y las humillaciones que le hacia pasar en todo el día.
Dongwoon aspiro el olor que emanaba el cuerpo de Kibum quien sonrió y cerro los ojos quedándose poco a poco dormido.

~~~~~

Lo notaba, Kibum notaba que cada que salía al patio a tirar la basura a los botes, cada que salía a regar las plantas, o solo salía para disfrutar del cálido sol que había, una mirada se posaba en su cuerpo, una mirada penetrante, sabia de quien era, le descubrió en varias ocasiones, y ese chico solo sonreía y le saludaba con la mano, girando el rostro y adentrándose nuevamente en las cuatro paredes de su encierro.

Apenas habían pasado unos días quizás semanas ya de que tenia a su nuevo vecino, vecino que le traía bastantes problemas con Dongwoon...
-Eres una zorra... - ahí estaban de nuevo los insultos a los cuales solo bajaba la mirada y negaba todo -Te encanta pasearte con esas ropas para que todo el mundo te vea y sepa que estas vendiendote...
-No Dongwoon, no es así... Sabes que... - no dejo al rubio continuar con su explicación cuando sintió un fuerte agarre en el cuello que hacia le faltara el aire y un dolor en la espalda al sentir lo estrelló contra una pared, teniéndolo entre su cuerpo y esta.
-Te gusta que te vean, que sepan que es lo que van a comprar por un rato... ¿Cuanto cobras Kibum? - apretaba cada vez más las manos en el blanco cuello
-D-dong... No... No... Pu-puedo respirar... - gimoteaba colocando ambas manos en las que le sujetaban con fuerza dejando pequeños y débiles golpes... Dongwoon le soltó instantes después, cayendo sin fuerzas al suelo Kibum y respiro profundo buscando el aire que le faltaba entrara a sus pulmones.

Eso era cada día algo a lo que ya estaba acostumbrado, había cambiado tantas cosas por él, ya no usaba los cortos shorts que lucían sus piernas aun mas apetecibles, ya no había ropa de colores llamativos, su guardarropa ahora se basaba en ropa oscura... Las únicas veces que podía volver a usar la ropa que le gustaba era cuando estaba solo; como ese día que mientras hacia la limpieza de la casa usaba uno de esos cortos shorts que eran bastantes cómodos, Dongwoon había llegado y le encontró vestido así...
Los insultos, los golpes ya eran parte de su vida cotidiana, siempre negaba todos y cada uno de estos... Nunca había entendido de donde Dongwoon había sacado esa extraña idea de que él -prácticamente- se prostituía cada que no estaba, llegando de su trabajo y comenzar a insultarlo.

Ahí estaba de nuevo esa mirada encima suyo escaneándolo sin pudor, admirando todo su cuerpo sin mostrar signos de morbo alguno, pero esa vez no estaba solo, escucho una voz que hacia se alejara del balcón donde siempre estaba...

Key's sick [JongKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora