Key's sick [JongKey]

Capítulo 27.

A esa noche de ver a Dongwoon el estado de ánimo de Kibum había descendido, se encontraba sin ganas de hacer nada y la mayor parte del día prefería estar en cama, eso por su parte tenía a Jonghyun sumamente preocupado, no sabía a qué se debía ese repentino cambio, pero estaba seguro de que no era para nada bueno para su bebé, así que en esa consulta con la doctora Kwon, además de llevar casi arrastras a Kibum, la doctora les explicó que si el rubio seguía con esa conducta probablemente su bebé se vería afectado, pero que además de eso se encontraba saludable.

-Ya dime Bum, que sucede ¿paso algo malo? ¿Hice algo mal entre nosotros? - interrogó deteniéndose antes de entrar a la casa del mayor tomando al rubio de la mano
-No pasa nada
-¡¿Qué no pasa nada?! Kibum llevas días que te encuentras mal, hasta mi madre y hermana se dieron cuenta y creen que yo te hice algo.
-Pues no fuiste tú, sólo... No tengo nada - con pesadez se levantó del sofá y camino de manera lenta a la habitación, cerro con seguro y tomó asiento en la orilla de la cama, sus ojos se humedecieron y las ganas de llorar se apoderaron de su cuerpo.
El simple hecho de haber vuelto a saber de Dongwoon, el saber que él ya sabía dónde y con quién estaba, que le haya visitado a mitad de la noche, todo le hacía sentir extremadamente mal, eso sin contar con que el estar con ese constante estrés le estaba haciendo efectos negativos en el estado en que se encontraba.
Si, su bebé ya tenía 6 meses y podía notar que su vientre ya tenía un gran tamaño, según lo que la doctora les había explicado en ese mes su bebé ya se movería y si, así era, después de que las lágrimas se secaran en sus mejillas, colocó ambas manos sobre su vientre sintiendo leves movimientos, así que Kibum en ese momento tomó una decisión, lucharía por él y por su bebé, no importaba si Dongwoon le había dicho eso aquella vez, lo único que deseaba es que su bebé se encontrará en un buen estado y si eso significaba confiar en las palabras del alto, no tenía de otra más que aceptar.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver que la madre del mayor ingresaba a la habitación lo cual se le hacía extraño ya que Kibum recordaba haber cerrado con pestillo, sin embargo dejo de lado eso y observó a la mujer frente a él.
-¿Qué sucede cariño? - interrogó abrazando de inmediato al rubio quien de nuevo había dejado caer gruesas lágrimas. -Yo se que Jonghyun a veces es demasiado empalagoso, que puede hartar de tenerlo siempre cerca, pero creeme cuando te digo que mi hijo te ama como no tienes idea, me alegra que estén juntos y sean pareja y más aún que van a tener un bebé.
-Pero... - Kibum sorbió su nariz y limpio la humedad que las lágrimas dejaron en sus mejillas -Jonghyun y yo aún no somos nada.
-¡¿Cómo?! - le miro exaltada la mujer
-Jjong aún no me pide que seamos novios, ni nada.
-Ese tonto, como es posible que teniendo un bebé de seis meses aún no sean nada formal.
-Madre no lo hago porque no quiera, es sólo que aún no encuentro el momento adecuado. - hablo de manera espontánea recargado en el marco de la puerta, mientras que se acercaba a la cama -¿Cómo te sientes amor?
-Mejor - sonrió sincero suspirando, no le quedaba de otra más que llevar su vida adelante y confiar en lo que Dongwoon le había dicho -Por cierto el bebé acaba de moverse.

Tanto Jonghyun como su madre miraron a Kibum emocionados comenzando ambos a llenarlo de preguntas, mientras él las respondía sintiendo el chico levantaba un poco su polera y comenzaba a hablarle a su vientre.

-Cariño, quiero que sepas que aunque no te haya pedido oficialmente que seas mi novio yo...
-Jjong ¿quieres ser mi novio? - interrogó Kibum buscando la mirada del mayor en la oscuridad que reinaba la habitación
-Se supone que eso debo de pedirlo yo a ti y no al revés - susurro Jonghyun acariciando con suavidad la mejilla de Kibum -Además esperaba algo más romántico, una cena, algo así, por eso es que aún no...
-Solo responde Jonghyun
-Por supuesto que quiero. - el castaño acerco su rostro al contrario y comenzó con un lento beso, explorando la boca ajena sin prisa, su mano se encontraba acariciando la espalda del rubio bajo la polera de su pijama, sintiendo en sus dedos la tibia y suave piel nívea.