Realidad

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Me desperté de golpe.

  —¡¡¿Qué?!!—   Al abrir mis ojos lo primero que vi fue a...¿Nathaniel?, se hallaba muy cerca así que por acto de reflejo, interpuse mis manos y lo aleje un poco. —¿Qué estoy haciendo aquí?, ¿En dónde estoy? — Toque mi rostro para asegurarme de que todo estaba bien, pero fue entonces que caí en la cuenta de que ya no tenia la mascara puesta. 

Todo fue un sueño, parecía tan real, gracias a Dios no lo fue, estaba a punto de romper a llorar, pero el pánico dentro de mi aun no se había disipado, el me había visto, lo mas seguro es que Nathaniel lo sepa, mi mente estaba dando vueltas, eran tantas emociones, en tan poco tiempo, estaba a punto de perder la cordura, necesitaba alguien que me explicara lo que estaba pasando.

—Tikki, ¿dondé está tikki?—le pregunté a nathaniel

—¿Tikki?—Pregunto confundido.

Comencé a pensar que algo le había ocurrido, si ella no estaba ahí entonces ¿Donde podría estar?, aún tenía puestos los aretes, no podía estar lejos, ¿había visto lo que yo vi?. Fue entonces que de un momento a otro salió de entre los cojines del sillón.

No pude evitar soltar un suspiro de alivio al verla revolotear hasta donde estaba.

  —¡¡No me asustes así!!, estaba comenzando a pensar lo peor.—La regañé mientras comenzaba a relajarme un poco, estaba demasiado aterrada aún.

  —Soy yo la que debería decirte eso Marinette, el akuma logró escapar pero si no fuera por este chico definitivamente te habían robado los miraculous.—Mire a Nathaniel, estaba realmente confundida, ¿había sido un sueño?, ¿el akuma era capaz de hacer ilusiones que podrían atravesar la realidad?, eso explicaría muchas cosas, sin embargo aún no entendía del todo. 

  —Me viste, ¿no es así?— Solté cortante mientras miraba a Nath, no era mi prioridad tratar con el en esos momentos, pero tenía que hacer algo para que no revelara mi secreto, quizá si le suplicaba, lo entendería.  

  —No fue mi intención hacerlo.—Dijo mientras bajaba la cabeza, algo apenado.

Suspire de una manera pesada, sin darme cuenta había comenzado a temblar, aquellas escenas jamás las podría borrar de mi subconsciente, tenia miedo, miedo de que eso fuera a pasar en realidad. 

Nath recargo una mano en mi hombro y eso logró reconfortarme un poco, estaba tan ida, que en esos momentos solo quería echarme a llorar.

  —Te prometo que no diré una palabra.— Me sorprendió la seguridad con la que lo dijo. ¿Realmente podía confiarle mi secreto?, no estaba en posición para dudar, lo mejor era tenerlo como aliado y no como enemigo.

 —¡¡Prometelo!!— Exclame.

 —Lo prometo— Aseguró levantando su mano derecha, como símbolo de que no me traicionaría, lo que me dejó un poco mas tranquila.

—Gracias...por ayudarme.— 

Un retrato de mi estaba dibujado en carboncillo, mas que un dibujo parecía una foto en blanco y negro, pero antes de poder verlo con mas detenimiento, nath cubrió su cuaderno.

  —D-de nada. Ya ¿te sientes mejor?— Parecía algo avergonzado, su expresión me llenó de un alivio casi instantáneo. 

 —Si, no te preocupes, he recibido peores golpes.— Asegure mientras me preparaba para salir, no me gustaba ser tan descortés con la gente, pero necesitaba respuestas y no era conveniente hablar con Tikki de aquello cuando Nath estaba presente, no quería involucrarlo demasiado, así que me fui sin decirle una palabra.


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