Amor en tiempos dificiles ©

Sueños y Recuerdos

"Estaba en el bosque, al parecer estaba sola. Buscaba algo desesperadamente aunque no sabía que era mi desesperación estaba al límite, camine desesperada por todos lados pero no encontraba a nadie no entendía que estaba buscando hasta que los encontré.

Matt y Ángel estaban a unos diez metros de distancia, lo supe por la silueta de mi novio y por qué tenía a mi niño sujetado de la mano, su cabello lacio castaño era inconfundible.

Ahora más tranquila de haberlos encontrado me acerque lentamente a ellos. Mientras me acercaba note como cada vez estaban más lejos de mí pero ellos ni siquiera se habían movido de sus lugares es como si estuviera caminado en la nada porque no avanzaba ni un centímetro, así que empecé a correr hasta que los alcance.

Cansada de tanto correr puse las manos en las rodillas para tomar aire. Cuando me recupere me incorpore y llame a Matt pero el solo se quedaba ahí estático como si no me escuchara, eso me hizo juntar las cejas por la frustración me estaban ignorando ¡los dos!

Cruce de dos zancadas el espacio que me separaba de ellos y me les puse en frente para ver si así me veían... me horrorice al ver como mi novio y mi niño se lanzaban a mí para comerme viva con la piel putrefacta y los ojos blancos pero lo peor fue cuando Ian llego por detrás de ellos y les disparo a los dos en la cabeza dejándome manchada con la sangre de mi familia"

- ¡AAAHH! – me desperté con un grito de terror Ian estaba a mi lado así que lo desperté y lo primero que hizo fue abrazarme sentí como mi cara estaba cubierta de lágrimas, mi corazón estaba a mil por hora y mis manos temblaban como locas.

- Tranquila fue un sueño – me decía Ian – no fue real Melissa, tranquila – pero estaba lejos de estar tranquila acaba de ver como el amor de mi vida y mi hijo eran uno de ellos y querían comerme viva, no podía sacarme esa imagen de la cabeza, los ojos inyectados en sangre con pupilas blancas, la carne podrida y maloliente y por último la necesidad de carne viva que tenían de mi eso fue lo peor.

- Melissa me estas asustando que soñaste – me había preguntado varias veces ya pero no podía responderle la imagen en la cabeza no me dejaba pensar en nada más.

- Era... Matt y Angel – dije al fin entre sollozos – eran... eran como ellos... querían... querían... - no pude terminar la frase y tampoco Ian me lo permitió.

- Shh! Tranquila entiendo, pero ya paso fue solo un sueño, no es real nena – no paraba de decirme eso y lo agradecía necesitaba volver a la realidad ya aunque no sabía cómo.

- Mel tenemos que irnos, ya – dijo con voz autoritaria y me obligo a levantarme yo lo mire, él se puso un dedo en los labios para indicar que me callara y lo hice, pero a duras penas lo logre.

- Crees que puedas ayudarme son tres – me dijo en voz baja – si no puedes no hay problema – negué con la cabeza el solo me miro con comprensión y fue a lo que debía hacer.

En los pocos minutos que estuve sola pude darme cuenta que había una fina capa de nieve en los arbustos y árboles. Ver la nieve caer me tranquilizo un poco, ver como revoloteaban a mi alrededor me hacía pensar en momentos felices que había pasado con Matt cuando éramos niños y jugábamos con la nieve, eso me distrajo e hicieron que olvidara un poco mi sueño, así que seguí con el recuerdo.

- ¡Vamos Mely! – me gritaba Matt con su voz de niño de diez años yo iba corriendo tras el mientras arrastraba el trineo nuevo que me había regalado mi madre en navidad ese año. Él tenía su propio trineo para la nieve pero un año antes se había quebrado con el uso eso nos puso muy tristes y al año siguiente mi madre me recompenso mi buena conducta con un trineo nuevo y macizo para que jugáramos en la nieve.