La llegada (parte 1)

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Estaba confundida, no puedo creer que después de todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí ahora me diga que no sabe si es capaz de llevarme hasta allá, luego le pido una explicación y no sabe ni que decir, no tiene ninguna excusa para no querer llevarme.

Yo no me voy a rendir, si el ya no quiere seguir, esta bien, pero yo tengo infinidad de razones para seguir y que el no me acompañe no me ara que me quede aquí.

Me dirijo al auto y siento la mirada de Ian a mi espalda pero no me importa, me subo del lado del conductor y enciendo el coche, puedo ver la cara de susto de Ian al ver mis intenciones.

Nunca he conducido un coche pero no debe ser tan difícil asi que piso el acelerador a fondo lo cual provoca una sacudida del coche tremenda que casi me golpeo en el cristal de adelante.

Ian se acerca corriendo a mi pero cierro mi puerta con seguro para que no me baje a la fuerza.

- ¿Qué haces? ¡Estas loca! – me grito desde el otro lado del vidrio

- ¡Baja del auto Melissa! – volvió a gritar pero lo ignore y segui mirando hacia al frente como si no lo escuchara.

Volvi a pisar el acelerador pero ahora mas suave, y este respondio bien apenas llevaba un metro de haber avanzado cuando Ian se subio al auto del lado del copiloto ¿Cómo lo hizo con el auto andando? No lo sé, solo sé que me quito las manos del volante agarrándome las muñecas fuerte y me obligo a mirarlo a los ojos.

- ¿Qué haces? – me pregunto incrédulo y con la mirada desorbitada

- Me ire por mi cuenta ¿no vez? – trate de zafarme de su agarre pero tenia mis muñecas tan apretadas que dolían.

- No te iras tu sola – eso sono a orden

- ¿Y por que no? tu no quieres llevarme, entonces me ire sola – no dijo nada, parecía ido trate de zafarme de nuevo pero no podía ya estaba empezando a exasperarme - ¡sueltame! – le grite pero solo me miraba como si quisiera decirme algo, pero no decía nada – me lastimas - me queje y eso al fin hizo que volviera a este mundo y me soltó, aproveche para bajarme del auto y caminar unos pasos para estar lejos de el y pensar bien las cosas.

Estaba claro que no podía irme sola, no tenia ni idea de como conducir un auto, ni mucho menos que carretera tomar para llegar hasta alla, pero tenia que ser firme con esto, tengo que llegar, falta poco y no me puedo quedar de brazos cruzados mientras Ian se pone en ese plan.

Tengo que calmarme, respirar hondo y hablar con el y llegar a un acuerdo, tengo que presionarlo para que me diga la verdadera razón por la cual no me quiere ayudar.

Me volteo y me encuentro a Ian recargado en la puerta del auto del conductor mirándome con suplica en sus ojos, suspiro y me acerco a el.

- Esta bien, cual es la razón que tienes de no ir – digo encogiéndome de hombros, apenas iva a abrir la boca cuando lo detengo – es la ultima oportunidad que te doy para que me lo digas Ian – dije apuntándole con el dedo índice, alzo las cejas divertido al ver que le estaba riñiendo.

- Tengo miedo – dijo al cabo de un rato

- Miedo porque – negué con la cabeza de nuevo, no entiendo a este chico.

- No sabemos que hay allá

- Claro que si – me defendí – ya te lo dije es un lugar seguro

- Si, pero que tal si en este tiempo que nosotros tratamos de llegar paso algo en ese lugar y ya no esta – por un momento me lo imagine, mi lugar seguro lleno de zombis por todos lados sin gente en el ni nadie que nos pueda decir a donde se fueron los sobrevivientes.

Amor en tiempos dificiles ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora