7 Capítulo

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Shawn pasó la mano por sus pelos exasperado. Se movió de un lado para otro, inquieto.

-¿Familiares de la Señorita Becca?

Shawn se dirigió rápidamente hacia el señor de bata blanca, mientras que detrás de él, la seguía la madre de Becca. Shawn tragó saliva fuertemente, pues estaba nervioso.

-Siento tener que decir esto, -Hizo una pausa breve suspirando, y prosiguió. - El cáncer ya se extendió por todo el cuerpo, y no hay nada que hacer. Lo siento mucho, pero su tiempo de vida se acota cada vez más y más.

Shawn, en aquél momento empezó a sollozar. Empezó a llorar y chillar cómo un loco, tirando todo lo que se le pusiera de por medio.

-¡Joder, soy un mierda!

Chilló sollozando. Se sentó en el suelo y empezó a maldecir por lo bajo. La madre de Becca se acercó hacia Shawn y se arrodilló, poniéndose a su altura.

-Becca desearía que en estos últimos momentos, estuvieras con ella.

Los ojos marrones del chico la dirigieron hacia los de la madre, definitivamente tenía razón. Asintió y ella le regaló una leve sonrisa. Se levantó y caminó hacia la correspondiente puerta donde se situaba Becca. Inspiró aire y entró dentro.

Un nudo se formó en su garganta al ver a la persona que más había amado y amaba en la diminuta cama. Estaba motorizada a una pequeña especie de pantalla la cual marcaba sus pulsaciones. A su lado, se situaba una silla. Se dirigió hacia ella y se sentó.

El labio inferior del chico empezó a temblar levemente al ver los ojos cerrados de la chica. Hizo lo mismo que unas horas anteriores, cogió su mano y la apretó levemente.

-Becca, me sobran ganas de pedirte que te quedes, pero no lo haré. Hay cosas que deben nacer de una persona; como permanecer, querer permanecer.

Suspiró y llevó la mano de ella hacia su frente. Verla así, lo destrozaba.

-Pero tengo un problema, un serio problema. Y es que me aferré a la idea de que tú eras el amor de mi vida-Unas lágrimas salieron por el rostro del chico, cayendo en las manos de la indefensa chica.- Por que Becca,me gustas. Me gustan tus lunares, tus pestañas, la forma en que te pones roja, me gusta el color de tus labios y la forma en que te los muerdes. Me gusta cuando tus pupilas están puestas en mí. Me gustan la forma en que hablas, pues son música para mis oídos. -Esbozó una sonrisa- Me gusta todo en ti, Becca.

Volvió a derrumbarse, llorando en un mar de lágrimas. Sorbió su nariz y cogió nuevamente su mano con demasiada delicadeza.

-Necesito saber si tú sigues igual de enamorada que yo de ti.

Miró a la chica y, esperó, pero su respuesta nunca llegó. Cerró los ojos y unas cuantas lágrimas se volvieron escapar. Besó su frente y se levantó de la silla, dispuesto a irse.

-Shawn, te sigo amando-Escuchó decir.

Rápidamente se dio la vuelta y la vió sonreír. Fue corriendo hacia ella y él esbozó una sonrisa.

-Becca, ¿Estás bien?

Ella asintió y cerró los ojos.

Para no volverlos abrir nunca más.

Fin.

Nunca Me Olvides © #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora