(Cap.31) Desconocidos...

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[[ El echo de que parezcamos unos monstruos por fuera. No significa que lo seamos por dentro ]]

-Narra Toby-

Slender ahora nisiquiera nos dirige la palabra. Es como si nos estuviera evitando.

Masky, Hoodie y yo ya nos enteramos del dicho secuestro. Estamos muy preocupados, ayer llegue al límite de encerrarme en mi habitación y romper la mayoría de lo habían en el. No pude evitarlo, mis nervios eran constantes y muy fuertes.

-¿Que aremos ahora, eh?- pregunté mientras me apoyaba en el marco de la puerta.

-Lo de siempre, esperar...- dijo Hoodie cabizbajo.

-No. Ya no puedo esperar más. Imagina, ella ahí, sola y sin protección alguna. Se supone que era nuestro deber cuidarla y entrenarla en todo lo que se nos haga posible. Pero no, en estos simples momentos estamos haciendo todo lo contrario- argumento Masky.

-Ya...ya sabes que Slender nos tiene prohibido salir de la cabaña hasta nuevo aviso... Así que, no hay nada que podamos hacer lamentablemente- dije desanimado y me maché del lugar.

Hoy también tengo ganas de romper cosas.

-Narra Proxy-

-Espero que te recuperes pronto..

Dijo una voz femenina mientas ponía algo frío en mi frente.

Reaccione rápidamente y me senté en la cama, la chica pareció sorprenderse mucho, más cuando el puse el cuchillo que ella tenía al lado en su cuello mientras hacia poca presión y algo caía al piso haciendo ruido.

-T-tranquila, no te haré daño- dijo difilcultosamente la chica.

No iba a parar, no. Es como si estuviera descontrolada ahora. La adrenalina se apodera de mi al recordar las torturas del otro día.

-M-me alegra q..que estes bien..

Esta por morir... y aun asín, se preocupa por mi bienestar más que por el suyo.

-Perdóname, fue accidentalmente. Un error en pocas palabras- le dije mientras la soltaba rápidamente.

La chica solo tomó aire y me sonrió despreocupada, como si no se lo hubiera tomado en serio que casi la estaba por matar ahorcada.

Al mirarla más definidamente, note su baja estatura, ojos llamativos de color negro y pelo marrón que le caían por sus hombros.

Mire hacia abajo apenada y reconocí unos lentes. Supongo que se le cayeron cuando la estaba ahorcando.

Me pare para agarrarlo y dárselo a la chica quien me miraba atentamente.

-Oh, gracias querida- Me dijo, por su forma de hablar me gana en años. Pero no mucho.

-De nada... ah, esto..- me senté en la cama ya más tranquila y mire a la chica para entablar conversación -¿Cómo llegue aquí?

¿Nueva Proxy?*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora