CAPÍTULO IV
Me desperté una hora antes de lo normal gracias a un sueño bastante extraño. Solía tener sueños con mi madre, no las típicas pesadillas que las personas acostumbran tener, sino unos retazos de memorias que vienen y van, de situaciones que me pasaron en el día que involucran a mamá.
Lo extraño del caso es que ésta vez no fue con mamá con quien soñé. Soñé con nada más y nada menos que Casandra Shaw...era perturbador.
Intentando olvidar lo ocurrido, decidí levantarme para trabajar antes de ir al instituto y luego de una ducha y un buen desayuno, ya estaba haciendo algunas investigaciones para el proyecto.
Avancé bastante con el mismo, pero en este momento estaba estancado en una cuestión... ¿existía alguna manera de que el robot se moviera autónomamente, sin ser controlado por algún dispositivo?, en el ámbito de motricidad, obviamente.
Decidí pensar en ello al llegar al laboratorio y salir ya para no llegar tarde, pero el timbre de mi teléfono me despertó de mi ensoñación.
Era un número desconocido y desconfiado, decidí contestar. Al oír la voz que me hablaba, me estremecí. Era la voz más angelical y sexy que había escuchado en mi vida y, por alguna razón, sabía perfectamente a quién pertenecía.
― ¿Cassi? ¿Ocurrió algo? ― pregunto confundido.
― Si, necesito que vengas a mi casa en este instante, por favor, te lo ruego ― dice desesperada.
― Bien, voy para allá pero... nada, llego en breve ― contesto, cortando la llamada para salir despavorido hacia mi coche.
¿Qué habrá pasado? ¿Estará bien? ¿Cómo consiguió mi número? ¿Qué mierda estaba pasando?
Me reprendo a mí mismo por decir malas palabras y me apresuro a llegar. Al estar frente a su puerta puedo ver el auto de Colin aparcado. Esto no pinta bien.
Golpeo la puerta impaciente y ella me abre la puerta al segundo...raro.
En ese mismo instante, se me tira encima enredando sus brazos en mi cuello.
― ¡Cariño! Hasta que por fin llegas, casi llegamos tarde al insti por tu tardanza ― dice en un tono que no logro reconocer.
― ¿Qu-qué? Yo...emm... ¿Qu-qué? ― digo sin saber qué hacer, con mis brazos en su cintura.
― Sólo sígueme ― susurra en mi oído, mandándome un escalofrío.
Ésta es la misión de tu vida, Wood, mejor no lo arruines.
― Yo...l-lo siento, Cassi. Tuve problemas con el coche ― digo dejando entrever mi nerviosismo. Idiota, contrólate.
― Está bien, amor, te perdono pero es la última ehh. ― dice en tono divertido ― Ahora te voy a dar los buenos días apropiadamente. ― Su tonito pícaro me deja de piedra.
― ¿C-cómo? ― pregunto sintiendo mi voz disminuyendo.
Ella simplemente sonríe guiñándome un ojo, apretando más su cuerpo contra mí.
Ay Dios mío, ¡llamen a los bomberos que me quemo! Houston, tenemos un GRAN problema por aquí.
Acerca su rostro al mío lentamente y puedo sentir su aliento fresco en mi rostro. ¿Acaso ella está por...? Este sería el momento, luego de 17 años de vida. Una chica iba a besarme.
― Ca-Cassi...yo nunca...me refiero a...bueno...quiero decir...― intento decir con el rojo de mis mejillas a punto de explotar.
Ella me dedica una mirada tierna y me besa en la mejilla, haciéndome soltar un suspiro.
― Lo dejaremos para otro momento, entonces ― susurra dejando besos pequeños en mi cuello.
Continúa su camino de besos hacia arriba, estirándome hacia abajo con sus brazos en mi cuello para alcanzar mi oreja, en la que deja otro beso.
Esto. Me. Está. Matando.
― Bieeeen, bien, tortolitos, ya pueden dejar de aparearse frente a mí ― entra un tercero en la escena, matando el momento.
Es mi némesis, Colin.
Levanto una ceja, dejando en claro mi incomodidad hacia su presencia. En un acto de valor, pronuncio las siguientes palabras.
― ¿Por qué no vamos saliendo? Se nos hace tarde, cariño ― intento que mi voz suene firme y al parecer lo logro, puesto que Cassi rodea mi cuerpo y me arrastra hacia el auto de la mano.
Una vez en el coche, suelto un suspiro intentando mantener la cordura.
― ¿Me vas a explicar que pasó ahí dentro? ¿O simplemente atacarás mi cuello de nuevo? ― pregunto haciéndola reír.
― Vamos, no se supone que debes estar quejándote de que una chica guapa te mime un poco ― dice divertida.
La miro, seguro de que mis mejillas enrojecieron de nuevo.
― Bien tomatito, te lo explico ― dice en su tono juguetón ― Es simple, Colin golpeó la puerta, le dejé pasar por educación, intentó aprovecharse, le dije que tenía novio, te llame y pues...creo que el resto ya lo sabes ― dijo riendo.
― ¿Así que me usaste para deshacerte de él? ― pregunto confundido.
― Así es, se cree que porque un día tuvimos un poco de diversión puede venir a buscarme cuando quiere. Que le den, cabrón. ― dice indignada.
Me niego a pensar en Colin y en ella juntos, lo borro de mi mente inmediatamente porque odiaba esa sensación que me producía.
Era un disgusto impresionante, sumado al disgusto que Colin me daba por sí solo.
― Bien, te creo. Ahora, en marcha ― digo arrancando el motor, pensando en que debo apurarme si no queremos llegar tarde.
Vamos todo el camino cantando el álbum de "The Artic Monkeys", riendo de lo mal que puedo llegar a cantar.
Llegamos al estacionamiento y bajo a abrirle la puerta, ella baja y vamos caminando lentamente hasta la entrada, felices de llegar 10 minutos antes. El tráfico no estaba tan pesado como esperaba.
Me detengo frente a mi casillero y ella se despide de mí con un beso en la mejilla que dura más de lo que debería.
― Nos vemos después ― susurra y se aleja. Solo puedo ver su perfecta figura de súper modelo alejándose y se me escapa un suspiro. Dios, ¿Cuantas veces he suspirado hoy?
Me dirijo al laboratorio, en mi primera hora de martes debería tener clases de hardware, pero el director decidió que debía tener más tiempo para preparar mi proyecto, por lo que me dejan ir a trabajar.
Abro la puerta e inmediatamente me pongo a trabajar, encendiendo mi portátil para empezar a programar.
― Vamos bien ― me digo a mí mismo.
Luego de tres horas de trabajar, decido que es hora de un descanso.
Me dirijo hacia la cafetería para comprar un sándwich de queso y salgo al patio a tomar un poco de aire puro. Al sentarme en un banco bajo la sombra, saco mi móvil para revisar si no me ha llegado la notificación de amazon, había ordenado algunas cosas.
No había señales de amazon, pero me encuentro un mensaje de un número desconocido no tan desconocido.
"¿Nos encontramos en la azotea en el periodo libre? Tengo algo que darte (;
-C. "
Bien, al parecer el día se iba a poner aún más loco.
Doy media vuelta y me dirijo al laboratorio para continuar trabajando, al caminar, el mensaje de Cassi aún está en mi mente.
¿Qué será lo que quiere darme?
KT^

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NERD ALERT
RomansaUno no puede controlar los sentimientos hacia alguien, pero puede controlar en que pensar. Y yo, Shane Wood, no puedo dejar de pensar en mi "alumna", Cassandra. Este es un gran dilema, puesto que ella es, sin lugar a dudas, la más popular de la prep...