NERD ALERT

Five

CAPITULO V

Escucho el timbre que indica inicio del periodo libre y automáticamente me dirijo a la azotea, incapaz de esperar más. La intriga estaba que me mataba.

Subo las escaleras hasta llegar a la puerta y al llegar a la cima me encuentro a Cassi, con una almohada, recostada bajo la sombra.

― ¿Cómoda? ― le pregunto riendo.

― No tienes idea ― responde con voz satisfecha ― ven aquí, te mostraré algo ― dice dando golpecitos en un lugar a su lado.

Camino hasta el lugar indicado y me siento. Al instante, ella recuesta su cabeza en mi regazo, ignorando mi sobresalto

― Oye, ¿era cierto lo que me dijiste en casa? ― pregunta con interés.

― ¿Qué cosa? ― pregunto esperando que no sea lo que tengo en mente.

― ¿Tienes 17 años y no has besado a una chica? ¿Tus novias eran todas monjas?

― No...emm...bueno, lo que pasa es que yo...ammm.....― titubeé sin llegar a decir algo coherente

― ¡Vaya! No pensé que habían personas tan inocentes en el mundo ― dijo riendo.

― Vamos, Cassi, no te burles ― dije incómodo.

Ella se limitó a sonreír y enderezarse hasta quedar frente a mi rostro.

Se fue acercando lentamente, prohibiéndome pensar en algo más que en sus labios.

Ella era tan linda. Tan tan linda, era algo así como...pues no sé, nadie era tan linda.

Soy un idiota

― Así que... ¿qué era lo que querías darme? ― hablé intentado cambiar de tema.

Ella rió entre dientes, pasando la lengua por sus labios.

Oh Dios, basta.

― Entonces... ¿quieres saber qué se siente besar a una chica? ― me pregunta mirándome directamente. Esta chica no tiene una pizca de vergüenza mientras que yo estoy hiperventilándome y mi rostro está ya tan rojo como un tomate.

― N-no lo sé, supongo que lo sabré algún día ― respondo hipnotizado.

Ella ríe de nuevo, una pequeña risa, pequeña como ella.

Es tan linda.

― Creo que deberías intentarlo ahora ― dice picarona.

Abro los ojos desmesuradamente, intentando controlar mi respiración.

― No l-lo creo...probablemente no lo haré bi...― se me corta la voz al sentir como ella enreda sus brazos en mi cuello, acercándome a su rostro.

― Shh...tranquilo ― susurra antes de rozar sus labios con los míos.

Me da un escalofrío y un zoológico se revuelve en mi estómago.

Finalmente junta su boca con la mía, besando lentamente mi labio inferior para luego ladear la cabeza y atrapar mi labio superior, lo hace tan despacio que pierdo cada vez más la cordura.

Esto es el cielo, ella...ella es tan dulce y tan linda y...y se siente tan bien.

Me estremezco cuando ella acaricia el pelo de mi nuca, estirándolo levemente, provocando que, sin poder contenerme, lleve mis manos a su cintura.

Comienzo a corresponder a su beso lentamente, moviendo mis labios sobre los suyos. Noto como ella sonríe ante mi acción, dejándome desarmado.

Oh por Dios.