Sebastián
Estoy como un tigre enjaulado desde que Fernando se llevó a Amb a la gala de beneficencia. Limpié la cocina, ordené el living, saqué la basura, ordené la ropa en mi armario por tercera vez consecutiva y ya no me queda más nada que hacer y recién son las diez de la noche.
Decido pasar por alto el hecho de que Ámbar fue como su acompañante. No quiero que ella se haga muchas ilusiones con él. Mejor dicho, no quiero que se haga NINGUNA ilusión con él. Sé que es un playboy con su actitud de chico malo mezclado con responsabilidad que vuelve locas a todas, pero es un rompecorazones y no quiero que el de mi hermanita se sume a la montaña.
En mi habitación paso canal por canal haciendo zapping hasta que uno llama mi atención. El programa de tendencias está haciendo la cobertura a la gala en uno de los Hoteles de la familia Drago. Susana Giménez y Mirtha Legrand, grandes estrellas de la televisión argentina, así como muchos famosos hacen su entrada con vestidos realmente elegantes y posan ante las cámaras para luego cruzar las grandes puertas francesas abiertas de par en par rumbo al interior.
La familia Drago baja de un Audi A4 negro.
El padre de Leah baja del lado del conductor, encontrándose con su mujer en el frente, entregándole las llaves a un cochero. El es un hombre de cincuenta y siete años, con rostro serio y arrugas en su rostro que hacen resaltar sus ojos grises, tan fríos como la mirada que me dedicó hace seis años. Sigue igual a como lo recuerdo aunque con mas canas cubriendo su cabello negro. Viste impecablemente un traje de tres piezas negro, camisa blanca almidonada y corbata gris. Elizabeth Valente de Drago camina firme a su derecha, su vestido negro con encaje gris ajustado en la cintura, largo hasta el suelo, arrastra una pequeña cola al subir los tres escalones del hall principal. Su cabello castaño, está peinado en un semi recogido con algunos rizos sueltos que enmarcan su rostro delicadamente maquillado.
Leah sale del auto tomando la mano que su padre le tiende.
¡Madre del Señor!
El aire sale de mis pulmones estrepitosamente cuando la veo pararse frente a los flashes que la iluminan. Su vestido con una sola manga completamente negro se ajusta en los lugares correctos dejando a la vista su sexy figura. Sus ojos se enfocan en la cámara y es como si me estuviese mirando a mí directamente. Trago saliva cuando se da la vuelta para caminar por la alfombra purpura de la entrada y rompe el contacto visual. Es inevitable pensar en que si todo fuera diferente, las cosas no serían tan complicadas. Si yo no tendría el pasado que tengo, podría conquistarla sin culpa alguna.
Pero las cosas pasan. Y algunas veces arruinan todo.
LEAH
La gran mesa principal, está organizada para cinco personas. Tres lugares pertenecen a mi familia, y los otros dos a los representantes del socio fundador. No recuerdo su nombre con exactitud. ¿Carmelo? ¿Elías? La verdad es que con tantas cosas en mi cabeza, su nombre se me olvidó.
La gala consta de trescientos comensales. Todos ellos interesados en contribuir.
A medida que los invitados llegan, ocupan sus respectivos lugares, llenando la sala de eventos de la sede principal de la cadena hotelera Drago Hotels perteneciente a mi familia.
Mi madre y yo nos incorporamos cuando aparece la pareja representante y se presentan. El con un traje de tres piezas gris, camisa blanca y corbata azul. El cabello rubio oscuro perfectamente peinado resalta el azul tormenta de sus ojos. Ella, una joven hermosa, viste un vestido azul Francia, con escote en V ajustado a su cintura y dejando caer la tela hasta el suelo. Su cabello color caoba peinado con suaves ondas, cae en cascada sobre sus hombros.
-Buenas noches, es un placer conocerlos. Mi nombre es Fernando Gutiérrez, y la señorita aquí a mi lado es...
-Ámbar Echague, un placer- dice sin dejarlo terminar extendiendo su mano para estrechar las nuestras en un apretón decidido como lo hizo él momentos antes. Sus ojos celestes extrañamente conocidos se agrandan en un gesto de sorpresa cuando me ve. Pero así como apareció, se esfumó en un segundo. Creo que lo imaginé.
-No es necesario que hables por mi Fernando - dice en un susurro casi inaudible.
-Intentaba ser cortes Amb.
-No necesito que lo seas, ya no- dice antes de sentarse con la espalda recta a mi lado, ignorándolo y dejándolo con una mirada frustrada en su rostro.
En el escenario, mi papá da la bienvenida a todos con su voz profunda y rasposa después de dar unos golpecitos al micrófono, interrumpiendo lo que Fernando estaba a punto de decir.
-Buenas noches a todos, muchísimas gracias por venir a este evento tan importante para mi familia, dado al desafortunado incidente ocurrido hace unos años, terminando con la vida de mi hijo Esteban Valentín Drago. Esto es en memoria de él y sus últimos deseos de ayudar a personas que estén pasando por situaciones complicadas con respecto a su salud. Así que es un honor dar comienzo a esta cena en conmemoración a los cinco millones de pesos recaudados, dando un fuerte aplauso a todos los que se acercan a aportar su granito de arena en la fundación.
Todos se levantan de sus asientos y aplauden. Por unos minutos, el sonido ensordecedor del palmoteo, es lo único que se escucha. Hasta que el maestro de ceremonias interrumpe la ovación para comunicarles a todos que la mesa del buffet con las delicias preparadas por los mejores chefs del hotel, está lista y esperándolos.
Mi madre va en busca de mi padre junto con Fernando para presentarlo y las únicas que nos quedamos en la mesa somos Ámbar y yo.
Estoy tratando de calmar mis ganas de llorar por el discurso de papá sobre Esteban, cuando Ámbar toca delicadamente mi hombro.
-Esta fundación es por una buena causa. Mi hermano es el socio fundador, pero no pudo venir. En su lugar vino Fernando- dice poniendo en blanco los ojos- hubiese sido mejor que venga yo sola como su representante. Pero no, a los hombres les prestan más atención, entonces tuvo que venir. Maldita sociedad machista.
Habla tan rápido que no me queda otra que reírme de su último comentario. Lamentablemente es cierto, mis padres les dan más importancia a los empresarios hombres que a las mujeres, siendo que tenemos los mismos resultados en cuanto a eficacia laboral.
- Tengo que darle las gracias a tu hermano, si no fuera por él y su insistencia, no estaríamos acá.
- Si, es un gran hombre. Hace unos años tuvo un accidente que le sirvió como iniciativa para fundar todo esto hace un año casi, junto con el señor Enrique. Y está dando unos maravillosos frutos.
-La verdad que si, cinco millones en un año es para festejar. Con ese dinero se está poniendo en marcha la edificación de un centro de rehabilitación gratuita- digo orgullosa.
- Estoy al tanto, y doy saltos de alegría cada vez que la cifra aumenta.
Su sonrisa resplandece iluminándole la mirada. A lo lejos, observo como Fernando la mira con una expresión extraña. ¿Anhelo quizá? Pero rápidamente se gira, para hablar con una joven rubia vestida de rojo.
Ámbar echa un vistazo en la dirección que estoy mirando y su anterior sonrisa desaparece.
-¿Sufrió mucho en el accidente que tuvo tu hermano?- pregunto cuando su rostro se vuelve inexpresivo.
-Digamos que si, Sebastián lo pagó caro.
¿Sebastián? ¿El chico de la plaza? ¿Con el que desayuné este mañana? No puede ser. Será una coincidencia. ¿O no?
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AZUL-VIOLETA: MISTERIO.
Hola a todos! capítulo 5 terminadito!! Gracias totales a los que siguen leyendo la historia!! por ustedes voy a seguir!! *aplausos tronadores*
¿Qué le habrá pasado a Sebastián?
Espero su voto y comentario!!!
Besos y abrazos fuertes fuertes de oso!!
Mile*
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IMPOSIBLE / Milena Liz.
Teen FictionLo difícil atrae, lo imposible seduce, lo complicado asusta, lo extremadamente complicado enamora. - Paulo Coelho HOLAA! voy a tratar de subir una parte por cada fin de semana, puede ser Sábado o Domingo, alguno de esos días! Soy toda oídos si qu...